Pretérito imperfecto
Silencio atronador
Esperaba una buena cabecera de batucadas y banderitas por Ronda de los Tejares exigiendo un coste de la vida más digno
La Cámara de Comercio pide medidas contundentes al Gobierno
De la soberbia e incapacidad del Gobierno al silencio clamoroso y bochornoso de los sindicatos de clase ‘vip’, la economía se ha podido ir al carajo en menos de dos semanas. Sin virus ni confinamientos. La huelga del transporte no sólo ha gripado por entero el motor de un país, con daños de hondura en un contexto de absoluta incertidumbre y crisis de precios que se viene arrastrando desde hace meses y seguirá. El paro de los camioneros , independientes a la maquinaria sindical bonificada, ha dejado en evidencia a la propaganda reinante de la izquierda que deslegitima y agrede todo posicionamiento que se salga de su patrón de juego y marco temporal, de su particular arquetipo democrático, su pensamiento único y sectarismo con nómina pública . Viven en otra realidad de lugares comunes en muchas ocasiones.
Del « boicot de una minoría de ultraderecha » que le «hace el juego a Putin» ( vicepresidenta Montero , dixit) a «no nos vamos a levantar de la mesa hasta que solucionemos esto» de Sánchez a miles de kilómetros del rugido de camiones y tractores enfurecidos. Porque, en verdad, la paradoja es que nuestro presidente no puede pisar la calle a la que ha de servir y de la que, sin embargo, piensa que es dueño.
La débil economía cordobesa ha templado de lo lindo estos días en un escalofrío inédito que empezó por la leche de Covap y bajó por el alambrón de cobre de Cunext hasta el frío industrial de Lucena . Con la Guardia Civil escoltando la cesta de la compra y el boquerón ‘vitoriano’ convertido en caviar iraní. Con trabajadores a sus casas y el miedo a otra ‘pandemia’. Un temblor que cruzó el valle del Guadalquivir con el aceite saturando almacenes y los agricultores tirando naranjas.
¿Usted ha escuchado a algún dirigente de UGT, CC.OO., PSOE o Unidas Podemo s estos días en Córdoba...? ¿Les ha visto repartiendo el ‘merchandising’ de protesta y vermú a los 500 tractoristas que cruzaron el Valle de los Pedroches o la Subbética pidiendo aire porque ya no pueden más en el campo...? ¿No son obreros los centenares de camioneros cordobeses que viven de los portes como autónomos y están en la ruina...? ¿Ha oído usted a la lideresa Yolanda Díaz, cuya supuesta reforma laboral puede que tenga que bregar ahora con los primeros ERTE que se desprenden de esta crisis...? ¿Saben si se ha creado alguna plataforma de alcaldes socialistas en apoyo a los transportistas o para exigir que baje el precio de la luzy los carburantes...?
Iluso de mí, yo esperaba una buena cabecera de batucadas y banderitas por Ronda de los Tejares , teñidas de morado y arcoiris, exigiendo un coste de la vida más que digno en una ciudad donde están algunos de los barrios más pobres de España, donde también hay camioneros «boicoteadores y de ultraderecha» que tienen que llenar el depósito de gasoil, pagar la factura de la luz y llenar el carro de leche todos los días. Pero hallé un silencio atronador.
Si esta tormenta perfecta hubiera cogido en Moncloa a otros inquilinos, no hubiéramos podido salir ni a la calle a recoger las migajas del lineal.
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