Pretérito imperfecto
Patrimonio de la injerencia
Si tuvieran agallas, harían una ley para expropiar la Mezquita-Catedral, pero acaban siempre en lo mismo, la propaganda
Ya solo les queda crear una ley ‘ex profeso ’ para expropiar la Mezquita-Catedral de Córdoba —se insinuó en su momento apelando a la legislación gala— a fuer de endeudarse unas décimas más sobre el PIB en medio de la ruina que traerá la crisis del coronavirus. De tener agallas suficientes, lo harían, pero acaban siempre en lo mismo: la propaganda. Sería un gran broche final para la vicepresidenta Calvo , que hizo aguas con las inmatriculaciones y los registradores, y a la que todos los dardos apuntan en la crisis de Gobierno . Si algo hay que reconocerle a este PSOE sanchista y sus acólitos podemitas es la perseverancia en la injerencia y el control a todos los niveles del ser humano y su obra, salvo en meterle las narices a sus usureros prestamistas de los bajos fondos secesionistas y filoterroristas . Del género al patrimonio , de la vida a la muerte . Del bolsillo al aula. De la mente al estómago. De la fe a la ideología. De la libertad al respeto. Son inefables.
La nueva andanada pone sus miras en la ley de Patrimonio Histórico de 1985 bajo el señuelo de una reforma legislativa que pretende crear un club selecto de monumentos —públicos y privados— bajo el control férreo de socialistas y Podemos en un mezquino tablero de colaboración y ‘ concordia ’ entre administraciones. Una injerencia jurídica en las competencias transferidas hace casi los mismos años a las autonomías para la conservación del vasto patrimonio histórico en nuestro país y ni que decir tiene en Andalucía y Córdoba . Una falsa centralidad que se va por la gatera cuando toca reagrupar presos etarras y extender el cheque en blanco del ‘ procés ’ catalán.
Una manera más de atormentar al ciudadano con burocracia , filtros e impuestos. Una vocación desmedida por despertar inseguridad jurídica y sacar del armario el traje de espantapájaros a cualquier inversión, anteponiendo la traba a la gestión. Y por encima de todo, una voracidad felina de cercenar la diferencia de pensamiento para el sometimiento ideológico y político de las voluntades rebeldes.
Plantea el Ejecutivo de Sánchez un nuevo órgano que fiscalice hasta el cambio de una bombilla en bienes como la Mezquita y la parte del Casco más próxima y protegidas por la Unesco , Medina Azahara , la Alhambra o el Alcázar de Sevilla , por poner ejemplos. So pena de un estudio de impacto patrimonial y con capacidad de veto plena si lo que la Iglesia plantee en los grandes monumentos que conserva no le agrada. Repasen por un momento todo lo que se pondría en solfa de lo hecho hasta ahora.
Todo eso sin contar el nubarrón de incertidumbre que planea sobre los cordobeses que viven en conjunto histórico Patrimonio de la Humanidad . ¿Qué haría el Gobierno socialcomunista con la reforma del Alcázar , Caballerizas Reales , una calle cualquiera por arreglar o la inversión en un hotel por la Judería aprovechando un edificio ruinoso...? ¿Equilibrará conservación y economía? ¿Qué haría con la Mezquita-Catedral ...?
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