Pretérito Imperfecto
El 'escrache' del rosario
La izquierda siempre llevó mal eso de que se rece en Córdoba, ve plegarias como guerrillas
Mientras la delegada del Gobierno en Madrid autorizaba días atrás una manifestación por Chueca de auténticos fascistas en contra de los homosexuales, a nuestra subdelegada en Córdoba le ha dado un ataque de gobernadora civil .
Mandó a la Policía Nacional esta semana a desactivar un acto ominoso, rayano el odio más visceral, una protesta perturbadora sobre la ‘pax cordubensis’, inquietante y subversiva; con premeditación, alevosía y madrugón; una auténtica provocación contra el Estado de derecho, agresiva y lacerante hacia la sensibilidad humana y sobre la que no quedaba más remedio que tomar cartas en el asunto y asumir el mando y la ‘autoritas’ como representante del Gobierno bonito de Sánchez y ejecutora de la doctrina Marlaska .
Varias señoras -bien vestidas, por cierto, otra ofensa para la estética imperante-, rosario en mano y apostadas en un soportal de la cordobesa avenida de las Ollerías, con una banderola alusiva custodiándolas, rezaban el rosario a las puertas de una clínica abortista por los no nacidos y en defensa de la vida. En silencio.
Los agentes, que afortunadamente no tuvieron que emplear la fuerza, conminaron a las ciudadanas a que trasladaran su ‘algarada callejera’ a la acera de enfrente. Una maniobra no exenta de riesgo, por cierto, dado el talante de las ‘manifestantes’ rosario en mano. Se vivieron momentos muy tensos, y nuestra gobernadora civil, Rafaela Valenzuela, estuvo a punto de tocar el botón rojo crítico para que los antidisturbios frenasen el ímpetu de esta sinrazón carente de precedentes en una Córdoba multicultural, vecinal, parcelista, peñista, pacifista..., donde la tolerancia siempre ha reinado gracias a esas más de tres décadas de adoctrinamiento comunista y socialista -salvo nefastos paréntesis de la ultraderecha-. Gobernanza plural, receptiva con el que piensa diferente.
Anda la ‘gauche caviar’ sumida en la zozobra con esta acción volcánica que ha despertado de su letargo a nuestra gobernadora civil, devolviéndola a la realidad que no dejan ver los tintados cristales del coche oficial o los tupidos ventanales del caserón de Vallellano . El odio no descansa.
La izquierda nunca ha llevado bien eso del rezo católico en Córdoba . Ven plegarias por todas partes como guerrilleros y conspiradores. Y mira que lucharon por el rezo compartido en la Mezquita-Catedral , como contrafuerte hacia un arma tan poderosa. Tal es el estado de la cuestión que hasta, por primera vez, se ha escuchado un ‘Ave María’ en el salón de plenos , sede de la soberanía cordobesa. Dónde vamos a llegar, Señor.
Eso de ayudar a mujeres embarazadas sin recursos para que tengan a sus hijos y salgan adelante sin abortar es el mayor sacrilegio contra la igualdad y el empoderamiento que jamás viose. Por eso, cada vez que estas madres llegaban desesperadas, pidiendo ayuda, a los despachos de nuestra izquierda, acababan mandándolas a las puertas de esas oenegés de señoras subversivas que rezan el rosario para que les prestaran auxilio. Señor, señor, señor.
