Pretérito impefecto
Tu Domingo de Ramos
No te perfumes para salir porque Córdoba ya lo está; déjate llevar por el sol que te despertó y celebra la fe que llevas por dentro
Deja que el sol se apodere de tu casa y te robe la pereza esta mañana. Déjalo que te lave la cara y te insinúe la nueva primavera que no entiende de pandemias. Estalla por su sitio, en la hora y el lugar indicados. Tan puntual como siempre. Abre tu armario, alcanforado por los falsos estrenos de un tiempo imposible. Rebusca entre tus frustraciones y desdichas y desprende de la percha ese vestido o ese traje que esté a la altura de las circunstancias. Busca el apresto para tus asperezas, las que te han obligado a afilar en tantos meses en los que la vida se cerró perimetralmente en una burbuja , y no quiso saber nada más. Dale cuartos al pregonero. En tu rellano o en el patio de vecinos de las redes sociales. Anuncia que hoy es Domingo de Ramos , y aunque la procesión vaya por dentro y sea más conveniente que la bulla prenda como un chispazo sólo en tu interior, no lo dejes pasar como tantas cosas y días has dejado en la estacada.
Desayuna como Dios manda, sin semáforos de incautos que te frenen, pero mezclando sus colores. Verde aceite de oliva, rojo tomate e intenso jamón de veta inmaculada sobre trigo caliente. Ámbar para tu café , claroscuro. Y a ser posible, el pecado de un pestiño o una torrija para completar el Evangelio según la dieta mediterránea. Carta a los incrédulos y falsos profetas de la progresía.
«Déjate llevar por el mismo sol que te despertó esta mañana y celebra la fe que no entiende de distancia social»
No te perfumes para salir a la calle porque Córdoba ya lo está. Retoques en las entrañas de sus naranjos y el azahar presentando sus credenciales. Déjate llevar por el mismo sol que te despertó esta mañana y celebra la fe que no entiende de distancia social. La que va por dentro. La que hace estación de penitencia en el silencio, en el ‘vía crucis’ que llevamos. Tira de los tuyos, convivientes en lo bueno y en lo malo. Agárralos fuerte de las manos y busca tu Domingo de Ramos por la piel empedrada de la ciudad que siempre es destino. Con cautela y responsabilidad, pues hay ‘ francotiradores ’ esperando a que los cofrades den un mal paso para ajustar cuentas pendientes siempre.
En Montoro o en Lucena . Por Baena o a la vera de los cuarteles de Puente Gen il. Desde Cabra a La Rambla . O en la dehesa fervorosa de Pozoblanco y Villanueva . Paseando por Córdoba , en el cancel de su estación más primorosa... Busca tu Domingo de Ramos , ese que todos llevamos muy adentro, que nació siendo niños , y que nunca dejará de serlo. Busca el sol esculpido en la piedra de San Lorenzo , por donde abre sus puertas Jerusalén para el que vino a salvarnos. Recuéstate por el suave murmullo del río Grande en la costilla del Campo de la Verdad , en busca del Amor fraterno, siempre al sur, al sur siempre. O acércate al ‘ Alpargate ’, bajo la túnica acogedora del Rescatado que alarga la plegaria de sus vecinos. O desciende por la divisoria de la Villa y la Ajerquía y embriágate de primavera en la calle hecho huerto ... Hoy es D omingo de Ramos, y todo vuelve a comenzar, a pesar de todo.