Pretérito Imperfecto
Bellido, mandato en dos tiempos
En lo que resta, el alcalde debiera cultivar la paciencia del bonsái y la urgencia de sanar el barbecho
Pudiera pensarse que con la designación de Córdoba como sede de la Base Logística y de Apoyo Tecnológico del Ejército de Tierra , los dos años que le restan de mandato a José María Bellido en la Alcaldía serían como una especie de ‘paseo militar’. Casi dos mil empleos directos, más de 350 millones de inversión, compañías de seso y copete buscando suelo y la garantía de que estamos ante una empresa que de verdad viene para quedarse. Iguáleme eso.
Apenas se alcance la inmunidad de rebaño y empiece el rebote eufórico de la economía, máxime en sectores como los servicios del que tanto depende la ciudad, van a ir olvidándose muchos problemas y angustias y el camino electoral se irá allanando. Para todos los que gobiernan ahora en medio de la discordia, ojo. Tiempo de cábalas.
El autónomo del bar de la Viñuela no piensa ahora mismo que a Córdoba le ha tocado una especie de premio gordo con un megaproyecto de Defensa nacional, tecnológico y tractor de mayores inversiones y atractivos. Uno de los que cambian una ciudad como se le da la vuelta a un calcetín. El autónomo del bar de la Viñuela piensa en poder abrir más tiempo y recuperarse del susto en el cuerpo. Como el comerciante del Centro, el agente inmobiliario de Ciudad Jardín , la peluquera del Sector Sur , la agencia de viajes de Santa Rosa , el taxista apostado en la Judería, o el parado de toda la vida.
Por eso, al llegar al ecuador del mandato, Bellido tiene esa sensación de que en lo alto de la duna áspera de la pandemia, el oasis se divisa, y sólo tiene que saber medir los tiempos y las energías para llegar al palmeral, saciar la sed y cambiar de rumbo. Cuidado con las confianzas. Hay que preparar a la ciudad para esta compleja e ilusionante aventura , pero esa es una labor de años, sacrificada y difícil en una tierra sin cultura empresarial ni social para asumir retos de esta enjundia. De disensos y no consensos. Más acostumbrada a atajos y desapego a la concurrencia.
En lo que ha de venir, el alcalde debe cultivar la paciencia del bonsái y su delicada poda junto con la urgencia por sanar el barbecho y sacarle el máximo rendimiento. La Base Logística llegará, hay que estar a la altura, crecerá..., pero tan importante o más sea pensar en el minuto uno de la postpandemia . El día en que sea necesario desatascar la pelotera de proyectos entumecidos y adormecidos que hay en el bucle venenoso de un Ayuntamiento del que ya no cabe duda -gobierne quien gobierne- que es el gran freno de esta ciudad.
Poner a Córdoba por delante en la carrera turística, generar riqueza para comprarnos todas las viviendas que se están haciendo, a Dios gracias; sacar lustre al voluntarioso trabajo del equipo de gobierno, explotar el talante de un regidor que ha sabido unir y no vetar, tomar decisiones y equivocarse (arriesgarse) y aumentar la seguridad y confianza para que la inversión externa no salga despavorida. La instalación militar tiene sus mandatos propios, el tiempo ordinario requiere el último empujón.