Pretérito Imperfecto
110 euros, un cajero y el concejal de Podemos Juan Alcántara
Si algo ha demostrado este mandato en el Ayuntamiento de Córdoba, es que no estamos para dar lecciones al pueblo
Si algo ha demostrado hasta ahora este mandato en el Ayuntamiento de Córdoba es que no estamos para dar muchas lecciones al pueblo. Uno se encuentra 110 euros en un cajero capitalista una mañana y pasa de ser un impoluto servidor público y comercial del catálogo de moralidades a un condenado por un delito leve de apropiación indebida, por mucho que queremos aplicar piadosa vaselina al «error». ¿Qué estaría pasando a estas horas si la detención policial del señor Alcántara hubiera correspondido a alguien de la bancada de enfrente...?
O de repente, a dirigentes con un largo currículum en la política (sólo en la política), que reparten sonrisas y carnés de ética y democracia desde el atril les da por hacer una reforma de interiorismo y exteriorismo en su parcela serrana y acaban transgrediendo toda una Cañada Real Soriana y apareciendo en un sumario judicial por el arte birlibirloque y del Código Penal , por mucho que sea una 'conspiración'.
Empezamos por pedirle a todo el mundo que dimita, a decretarle cómo tiene que pensar, hablar, actuar... pero una tarde cualquiera nos topamos con el efecto boomerang de que no estamos para dar muchas clases al respetable. Y la verdad es que todos dicen lo mismo: fue un error que no querían hacer. Como el de la señora Timoteo, que estuvo dos años, erre que erre con los errores y cobrando por su labor en el Consistorio y por la procura judicial en sus ratos libres. Al menos supo irse, mientras otros y otras se aferran al mastil.
«¿Le encomendarían la delegación de Hacienda del Ayuntamiento con casi 500 millones de euros a un concejal que ve 110 euros en un cajero y empieza a silbar, mirar al techo y meterse la mano en el bolsillo...?»
Y qué decir del culebrón de los correos electrónicos y la gestión con sombras en el Instituto Municipal de Deportes de Córdoba entre el concejal del ramo, el señor Torrejimeno y la entonces gerente María Luis Gómez Calero ... Salió por una puerta expulsada y peleada de Ciudadanos , libre de toda culpa en los tribunales, y entró por la de al lado, la del PP, al mismo lugar y bancada para velar por el Casco histórico.
Errores, todos son errores, claro está, pero seguimos con las clases magistrales desde el atril . Hasta ahora creíamos que el servidor público afrontaba su responsabilidad con la vieja máxima de la mujer del César, pero se ve que la honorabilidad y la honestidad también tienen jornada de funcionario. No sé qué decirles pero, ¿le encomendarían la delegación de Hacienda del Ayuntamiento con casi 500 millones de euros a un concejal que ve 110 euros en un cajero y empieza a silbar, mirar al techo y meterse la mano en el bolsillo...?
O, ¿le delegarían a una concejala, exalcaldesa , exdelegada del Gobierno andaluz y exparlamentaria andaluza la Gerencia de Urbanismo habiendo cometido una seria infracción urbanística y un presunto delito contra la ordenación del territorio...? ¿Permitirían que una concejala con duplicidad de sueldo siguiera gestionando ayudas de emergencia a quienes las pasan canutas...? ¿O se fiarían de la palabra de quien ve en la política una magnífica puerta giratoria o hace de las sombras chinescas el mejor procedimiento de actuación pública...?
¿Qué haría usted si se encontrara 110 euros en un cajero...?