CÓRDOBA, EN CLAVE DE FUTURO

Francisco Javier Gil, la consecución de un sueño

Este emprendedor ha ideado un sistema para excarcelar a víctimas de accidentes de tráfico

Francisco Javier Gil posa para ABC Córdoba RAFAEL CARMONA

R.A.

Todo empezó cuando era un niño y soñaba con conducir una de las ambulancias de juguete con las que pasaba horas y horas y que aún conserva en algún armario de su casa. Francisco Javier Gil siempre lo tuvo claro y en 2006, después de varios años dedicándose al transporte de enfermos, dio un paso adelante. Él mismo lo relata: «Fue en ese año cuando tomó forma el sistema para excarcelar a víctimas de siniestros de tráfico . Me di cuenta de que no había herramientas para proceder a la extracción rápida de los accidentados con garantías; solo había unos protocolos manuales que entrañaban muchas dificultades. Mi inquietud partía de que la solución para el paciente no podía estar solo en la cirugía, en el Hospital», explica este cordobés nacido en 1983.

De modo que se puso a indagar sobre los métodos para excarcelar a los accidentes de tráfico, «ya que había comprobado que en este terreno existían muchas deficiencias ». El resultado no tardó en llegar: «Ideé un dispositivo que conseguía inmovilizar el eje cervical y que luego podía generar la movilización del paciente sin tocarlo, sin tener un contacto físico con él. Me gasté mucho dinero y me hipotequé, al igual que mi madre, para poner en pie el prototipo . Cuando lo terminé y lo sometí al criterio de ingenieros industriales, que lo aprobaron. Y después lo patenté en España», se extiende este hombre inquieto con un carácter de esos que no se dejan amilanar por las adversidades. «Lo sorprendente fue que 199 países se interesaron en el producto , y querían hacerse con la patente, porque no había nada parecido y además estaba catalogado como un producto de bien público. Así que me puse a ello: solicité la patente en todos los países y conseguimos la patente en Europa, en Asia, en la Federación Rusa, en Canadá, en Estados Unidos, en Brasil », detalla Francisco Javier Gil. Una norma de UE obliga desde hace seis meses a que todas las ambulancias de la comunidad lleven esta herramienta de una manera progresiva.

Si algo ha tenido claro este cordobés es que su proyecto tenía que dejar dinero en su tierra. «He tenido ofertas para que el producto se fabrique en el extranjero pero yo quería generar riqueza en mi tierra y me decidí porque Mastertecnic Asistencia, con sede en Córdoba capital, creara el producto», asegura.

Gil trabaja en el Área Norte de Córdoba, en la comarca del Guadiato, «donde soy el jefe de zona de la empresa Ambunor». Él sabe que es un hombre hecho a sí mismo. «Mi trayectoria inicial, como la de cualquiera cuando empieza, está sometida a muchos altibajos . Yo soy hijo único y desde los tres años soy huérfano de padre, por lo que mi madre tuvo que tirar conmigo hacia adelante en unos años muy difíciles. En mi casa no había más opción que trabajar o estudiar y yo hice un poquito de las dos cosas», recuerda.

Ideas y empuje

La opinión que tiene este emprendedor de los cordobeses de su generación es positiva. «Sí que tienen ideas y sí que tienen empuje. Lo que pasa es que a veces se ven paralizados por el sistema . En Córdoba hay muchas personas con inquietudes que pueden cambiar el mundo. Sin ánimo de ser pretencioso, creo que la propia herramienta que yo he inventado puede cambiar el mundo , porque el mundo son las personas y ese dispositivo puede salvarles la vida. Lo demás es hetereo», suscribe, al tiempo que lamenta que «el sistema no está hecho por desgracia para pequeños emprendedores, sino para grandes empresas ».

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