PRIMERA PLANA
De Fitur, polémicas y escaparates
En el turismo, es importante que todos se pongan del mismo lado de la red. El sector debe tener en Capitulares una buena pareja
Los periodistas que hacemos información municipal y de economía local sabemos que la vida es lo que pasa entre una edición de Fitur y otra. Y ya tenemos aquí una nueva cita con esta feria turística, que arrancará el 22 de enero y volverá a ser un escaparate mundial para los destinos que acudan a ella. Es una muestra en la que hay que estar aunque haya ocasiones en las que en las presentaciones se cuente más gente de Córdoba que en Cruz Conde un día de bulla. Hay que acudir porque es una plataforma de lujo en la que buena parte de lo importante está en lo que no se ve de cara al público (los contactos y reuniones que se realicen y que se hayan preparado antes). También es importante aprovechar esta feria para, como se hace los últimos años, vender la capital con algún evento de peso en Madrid, más allá de las paredes de Ifema .
En esta edición, Córdoba ha colocado su material en esta gigantesca vitrina haciendo bastante ruido. Eso sí, ha sido un estruendo estéril. Porque la edil del ramo, Isabel Albás (Cs), cometió este jueves en la comisión que trata los temas de Turismo un error no forzado al no contar a la oposición, aunque hubiera sido de viva voz, cuál iba a ser la propuesta de la capital en Fitur. Alegó, según PSOE, IU, Podemos y Vox, que tenía una rueda de prensa con Diputación y Junta el viernes sobre esta muestra.
Suficiente para que la oposición al completo viera la oportunidad de romperle el servicio. Los cuatro partidos que la forman comparecieron para quejarse de que Albás no les hubiera comentado nada ni les hubiera dado documentación sobre la feria, a menos de dos semanas de su inicio. Y aprovechando que el Guadalquivir pasa por Córdoba también lamentaron la falta de transparencia del cogobierno PP-Cs -esto es un clásico de la oposición, esté quien esté en ella- e incluso Vox e IU se dedicaron a criticar la gestión de la edil de Turismo.
En el caso de los de Abascal, pidieron la dimisión de la concejal que lleva siete meses en el cargo -debieron pensar que, ya que habían sobreactuado sentándose con esa izquierda a la que tanto critican a nivel nacional, había que pisar a fondo- e IU le afeó igualmente su gestión. Que esta última fuerza política raje de Albás, tras su desastrosa labor en esta Concejalía de 2015 a 2019, es marxismo puro, de Groucho.
En el turismo, una de nuestras principales industrias, sería importante que todos se colocaran del mismo lado de la red. El sector necesita tener una buena pareja en el Ayuntamiento ante los retos que siempre se avecinan. Baste recordar que acumulamos tres meses viendo bajar los viajeros que se quedan en los hoteles de la capital. Esperemos que sea un dato puntual, pero, tanto si lo es como si no, es hora de salir a la pista en las mejores condiciones para que esta área de actividad genere cada vez más riqueza.
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