Aristóteles Moreno - PERDONEN LAS MOLESTIAS
La fiesta continúa
La Cámara andaluza acaba de rechazar poner fin al privilegio parlamentario de las dietas sin justificar. Ánimo amigos
Un parlamentario andaluz cobra 3.050,49 euros al mes. Que no es ni mucho ni poco ni todo lo contrario. Para empezar, duplica el sueldo medio andaluz , que se sitúa en 1.475 euros. Y cuadruplica el salario mínimo interprofesional establecido en 707,60 euros. Un profesor titular universitario se mueve en torno a los 2.000 euros al mes, ligeramente superior a la retribución de un docente de enseñanza media.
Cada uno de los 109 diputados (y diputadas) andaluces cobra 3.050,49 euros de salario base, tal como hemos indicado más arriba, a cuya cuantía se le agregan diversos suplementos en función de su responsabilidad en la Cámara. Por ejemplo. El presidente del Parlamento andaluz cobra un plus mensual de 1.537,37 euros; los vicepresidentes y portavoces de grupo reciben un complemento de 1.234,28 euros; los secretarios de mesa y portavoces adjuntos, 928,08 euros; y así sucesivamente hasta llegar a los secretarios y diputados rasos.
Luego están las dietas y gastos varios vinculados al desempeño del escaño. Que es harina de otro costal. Las cantidades fluctúan entre los 800 y los 1.600 euros mensuales , dependiendo de distintas variables relacionadas con la distancia de desplazamiento o el número de comisiones de trabajo. Todo este conjunto de gastos variables derivados del ejercicio de las labores parlamentarias tienen una peculiaridad. No son variables. Son fijos. Es decir: los parlamentarios (y las parlamentarias) los cobran aunque nos los gasten.
Si a usted mañana lo envía su empresa a Albacete a realizar un cometido profesional, lo más probable es que se le entregue una dieta de desplazamiento, comida y hospedaje que deberá justificar con las facturas correspondientes. Esa es la biblia del mundo laboral de cualquier ciudadano del orden civilizado. Con una excepción. El parlamentario andaluz. Los diputados de la Cámara autonómica se echarán al bolsillo la dieta de Albacete vaya a Albacete o se quede en su casa viendo a Juan y Medio.
¿Por qué razón? Buena pregunta. En la naturaleza se producen hechos inconcebibles que son difícilmente explicables a través de argumentos racionales. Este es uno de ellos. Como no se explica tampoco el motivo por el cual el kilómetro de un parlamentario se abone a 0,25 euros y el de cualquier otro trabajador de la función pública esté remunerado a 0,19 euros. ¿ Reposta el vehículo en gasolineras VIP ? No lo sabemos.
Otro enigma sin revolver es el motivo que justifica el hecho de que las dietas y complementos variables se cobren también durante los dos meses en que se interrumpe la actividad parlamentaria: agosto y enero. ¿Usted cobra dietas mientras se zampa un espeto de sardinas frescas en el chiringuito de Fuengirola? Nuestros parlamentarios sí.
La broma cuesta en su conjunto 1,7 millones de euros al año en concepto de dietas o indemnizaciones. A razón de 15.590 euros por diputado. Hay muchos andaluces (y andaluzas) cuyo ingreso anual no alcanza si quiera la cuantía que se llevan sus señorías en este tipo de suplementos. Y ustedes perdonen esta demagogia barata de viernes de octubre.
Antes de ayer, la Cámara andaluza rechazó por mayoría abrumadora poner fin a este privilegio parlamentario que se auto conceden los diputados en cada ejercicio presupuestario. Es lo que ocurre cuando uno es consejero delegado y asalariado al mismo tiempo. Y, además, dispara con pólvora ajena. La representación pública sufre una preocupante crisis de deslegitimación desde hace años por arbitrariedades de esta naturaleza. Y, según se ve, la fiesta continúa. Ánimo amigos.