Festival de la Guitarra de Córdoba | Calamaro: salmón, personal e intransferible

Andrés Calamaro va a cumplir 61 años y los años no pasan en balde, aunque su música y canciones, hijas de la vida canalla —de donde surgen las buenas letras—, o los rasgos en mestizaje de Dylan y Gardel, permanecen intactos

(Video) Calamaro cierra su concierto en Córdoba con un capote y el pasodoble 'Nerva' en defensa de los toros

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Calamaro durante su concierto en la Axerquía Valerio Merino

F.J. Poyato

Aquel bonarense melenudo que debutó con Sergio Makaroff a los 18 años en el grupo Raíces a los teclados y la voz se resiste, 42 años después, a dejar en el olvido esa inquieta y singular presencia tras el piano y el micrófono. Andrés Calamaro va a cumplir 61 años y los años no pasan en balde, aunque su música y canciones, hijas de la vida canalla —de donde surgen las buenas letras—, o los rasgos en mestizaje de Dylan y Gardel , permanecen intactos en unas generaciones que las llevan a sangre y fuego en sus veranos interminables. Un estilo, intransferible .

Calamaro tenía una cita pendiente con el Festival de la Guitarra cuando en 2021 canceló su actuación. Este sábado volvió, más pausado, algo acatarrado, circunstancia que se notó en alguna canción y los tonos originales de las mismas, salvados por una buena banda ; aunque su voz siempre fue rockera y quebrada, personalísima y brava.

Quizás con el tiempo, una voz con el gusto suficiente para un bolero, un tango y demás incursiones que gusta hacer, como su último trabajo, ‘Dios los cría ’, una reunión de talentos heterogéneos (de Julio Iglesias a Manolo García o C. Tangana).

Con el tema ‘Bohemio’ , precisamente, de este trabajo, arrancó un concierto que fue de menos a más y luego eclipsó en un disperso bis que coronó con su defensa de la Tauromaquia y las libertades individuales: un capote, tres lances y el pasadoble ‘Nerva’ para irse del ruedo como los grandes.

No es Calamaro artista políticamente correcto, ni para los repertorios, así que fue transitando cronológicamente por su disco ‘Verades afiladas’ , el compendio de temazos de ‘El Regreso’ (2005) -desde ‘Estadio Azteca’, ‘Paloma’, ‘El salmón’ y hasta ‘Maradona’...-, y el tarro de las esencias de ‘Alta suciedad’ (1999) (’Flaca’), el punto de inflexión de la noche junto con el paso por los temas más populares que lideró en Los Rodríguez (Sin documentos’...) en aquellos inolvidables años 90.

Un artista a contracorriente cual salmón , y que como a los grandes toreros, siempre hay que ir a ver, sea como sea la tarde.

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