CULTURA

Festival Flora 2019: Esculturas de olores lejanos

El certamen comienza en Córdoba con seis instalaciones que aúnan el arte y la botánica en espacios singulares del Centro

Instalación en la Casa Góngora FOTOS: VALERIO MERINO

Rafael Verdú

No es posible esculpir un olor, como tampoco se puede colorear un sabor o escuchar el tacto de la seda. Pero los artistas lo intentan, con más o menos acierto, en su afán por descubrir nuevas formas de expresión. Desde ayer, Córdoba es la sede de un festival artístico de esas características -probablemente el único de España- en el que los participantes mezclan de forma creativa disciplinas tan diferentes entre sí como la escultura y la botánica. Eso es Flora, el Festival Internacional de las Flores , que por su nombre quizás llame a engaño o confusión.

Seamos claros: Flora no es la versión otoñal del Festival de los Patios de Córdoba -a punto de cumplir 100 años en 2021 y reconocido como Patrimonio de la Humanidad- ni un recorrido turístico por jardines públicos y privados, aunque algo de eso hay. Y quien piense que en Flora sólo se ven más geranios, jazmines, gitanillas y claveles, como en un patio cordobés, se equivoca. Hay flores, sí, pero sobre todo plantas que sirven como elementos básicos de creación e imaginación . El certamen tiene más que ver con el arte y las instalaciones florales que con las tradiciones y las raíces.

En Flora , cinco creadores exponen durante diez días -hasta el 27 de octubre- sus propuestas, grandes construcciones que emplean como materia prima flores y plantas, como Miguel Ángel usaba el mármol.

Para entender bien el tipo de arte que ofrece Flora es necesario emplear cuatro de los cinco sentidos, pero sobre todo el olfato . El gusto no hace falta porque las pocas flores de Flora no son comestibles; las de cualquier otro sitio, por lo general, tampoco. Y puede resultar útil una buena conexión a Internet para descifrar términos como « anturio », « tillandsia », « ornithogalum » o « banksia ». Parecen recetas de farmacia, pero son en realidad los nombres de algunas de las plantas empleadas en la construcción de las obras de Flora. También hay otras que puede conocer un cordobés, como la rosa , la esparraguera o, cómo no, el geranio .

En el Palacio de Orive , la joven artista australiana Mary Lennox (Sidney, 1988) ha creado la instalación « Fieldwork », con la que pretende trasladar a Córdoba los campos de La Mancha. Para ello ha cincelado, a base de espigas de trigo y flores de lavanda , un gran árbol que inunda del embriagador aroma del espliego todo un patio del palacio, y más allá. Es una escultura que puede verse, olerse y tocarse.

A primera hora de la tarde decenas de personas visitaban la instalación de Lennox con mucha curiosidad. Sobre todo los niños pequeños, que podían darse un «baño» de flores de lavanda. A diferencia de otras plantas aromáticas habituales en Córdoba , como el tomillo o el romero, el espliego tiene un aroma potente pero efímero, como ocurre con todo en el Festival Flora .

En el Museo Arqueológico de Córdoba las esculturas botánicas de la estadounidense Lisa Waud dialogan con columnas romanas y capiteles árabes en una original ficción distópica. Sus creaciones simulan ser parte de una colección arqueológica, lo que llama la atención de los visitantes, si bien el efecto es difícil de apreciar. Si hoy observamos con deleite el arte que las diferentes culturas han dejado en Córdoba a lo largo de más de 2.000 años, quizás dentro de otro tanto sólo queden las plantas para recordar al hombre del siglo XXI. Es la nostalgia vista desde el futuro .

Todas las piezas de Flora en el Arqueológico -son varias docenas- proceden del Museo de Memoria Botánica . No lo busquen en la Wikipedia porque no existe; sólo puede verse en Córdoba mientras dure Flora. O menos, porque como bien se preguntaba una mujer ante una escultura que recreaba un capitel califal a base de rosas, «esto es muy bonito, pero ¿seguro que llega hasta el domingo?».

En la Casa Góngora de la calle Cabezas se formaron a primera hora de la tarde las primeras colas para visitar la obra « Trepidante », del colectivo madrileño Flor Motion . Es un espacio pequeño, por lo que hubo que habilitar grupos reducidos para la visita, aunque no llegaron a ser como las que pueden verse en la Fiesta de los Patios.

El título de la obra es un juego de palabras: « Trepidante » porque las plantas que conforman la instalación suben y trepan hasta la segunda planta del edificio, pero también porque plantea un viaje «trepidante» a lejanas latitudes como América, África o la India . De aquellos remotos lugares procede el algodón, planta en la que basan su presencia en Córdoba en una propuesta que llamó la atención de los numerosos visitantes de la Casa Góngora.

Desde Tailandia ha llegado a Córdoba con sus creaciones florales otro colectivo formado por 15 artistas, PHKA , creado en el año 2013 con la idea de dar a luz «nuevas percepciones en los lugares en que trabajan», tal como explica la organización de Flora. Algunas de sus obras anteriores han sido « Abandoned One », cuando tapizaron con miles de flores la fachada de un club nocturno tailandés; o « Blooming tune », en la que las notas de una obra musical se transforman en un baile de flores.

Lo que PHKA ha traído a Córdoba es una reflexión sobre el tiempo con un minucioso trabajo en el Patio de la Capilla del Palacio de Viana. A diferencia de los seres humanos, que buscan la superación personal, las flores caminan siempre en vertical hacia su final, que no es otro que la floración.

Por último, el francés Thierry Boutemy , con más de 30 años de experiencia como florista, participa en el certamen con la obra « Constelación », también muy llamativa por su presentación. Puede verse en el Patio de la Diputación.

Boutemy ha querido crear «una sensación de fragilidad y de melancolía que es, sin duda, la fuente de mi amor por las flores», según sus propias palabras. Ésta es una de las obras más personales, por tanto, de un nombre clave en el mundo de la moda, el cine, el arte y los eventos exclusivos, que ahora puede verse en Córdoba.

Las cinco creaciones de Flora -más una sexta fuera de concurso en el C3A- se ubican en otros tantos espacios singulares de la ciudad. Para visitarlas todas es necesario recorrer la zona histórica de la ciudad a pie, en un paseo largo pero agradable con temperaturas -por fin- más propias del otoño. Entre esas callejuelas aún huele y florece el jazmín.

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