Cultura

Fernando Sánchez Mayo: «Toda poesía tiene un halo místico en ella misma»

El autor cordobés bucea en la mística y en la búsqueda espiritual en «Una radiante eternidad»

Fernando Sánchez Mayo, en una imagen reciente ABC
Luis Miranda

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«Toca mi hombro en esta mañana espléndida, / que pueda yo creer que me acompañas, / que pueda yo explicarme / el raro mundo y sus extrañas tinieblas. Toca mi hombro, ángel mío, con tu mano excelsa». Fernando Sánchez Mayo (Córdoba, 1956) ha cultivado la poesía toda su vida y su última obra, ‘Una radiante eternidad’ , publicada por la editorial Cántico, fue finalista del XXXVII Premio Mundial Fernando Rielo de Poesía Mística . Ángeles y experiencias en la memoria se dan la mano en versos libres con musicalidad y sabor clásico.

Alguien piensa que la mística es cosa del pasado. ¿Sigue existiendo entonces la poesía mística y la búsqueda religiosa?

Por supuesto, hay muchísima gente que escribe poesía mística , que es un género muy específico. No obstante, yo creo que toda poesía tiene un halo místico en ella misma.

¿La búsqueda es más literaria o espiritual?

Mi obra poética, cuando aborda un libro nuevo, busca abordar una temática nueva. En un libro mío, que fue premio Juan Bernier de Poesía, la temática era la muerte . En este caso es la mística y la vida en relación con Dios. ¿Qué busqué yo? En realidad había escrito unos poemas que tenían un halo místico y misterioso, y me faltaban otras partes. Oí que había unos premios de poesía mística y pensé que podía ampliar unos poemas más y presentarme al concurso.

¿Cómo concibió la continuación?

La primera parte que escribí es la última parte del libro, que se llama ‘Las visitaciones’ , y en realidad es esa sensación que uno tiene de que parece que Alguien está acompañando y de alguna manera guía. Es esa sensación misteriosa que muchas veces no sabemos qué es, pero que nos da pautas en el camino, que a veces es tan desconodido para nosotros y que nos sirve para guiarnos un poco. Las otras dos partes son ‘Cuaderno azul de los Salmos’ y ‘Una radiante eternidad’ sí eran mucho más específicas, relacionadas con Dios, porque yo en mi adolescencia entre los 16 y los 20 años, tuve un acercamiento a Dios bastante profundo y lo que quise hacer fue rescatar de mi memoria las experiencias que tuve con Dios en ese momento . Por eso las dos primeras partes del libro hablan de mi relación con Dios, que en esos poemas no es de queja, sino de alegría, de gozo, de dicha, del hecho de vivir.

«Las palabras están ahí para usarlas, tienen una belleza que podemos usar»

En ‘Las incitaciones’ llaman la anteción los poemas interrogativos.

Exacto. La poesía interrogativa nos conduce muchas veces a algo que no sabemos lo que es, nos hace cuestionarnos cosas. No es más que buscar, a través de las preguntas, qué pasa con la existencia.

¿Qué sentido tienen los ángeles que aparecen?

Tuve la idea de nominar a cada ser con un nombre relacionado . Todos remiten al lector a relacionar el poema con el nombre que le da al ángel.

Sus versos son libres, pero también hay sabor clásico en las anáforas y repeticiones.

En mi poesía, una de las cosas que gusta es la belleza. Podemos hacer algo de bello de una simplicidad , pero a veces lo bello también tiene que ver con las palabras. Las palabras están ahí para usarlas, tienen una belleza que podemos usar . Intento usar la belleza, usar las palabras que me llevan a esa belleza que yo busco. Una vez oí sobre alguna encuesta en que se buscaba la palabra más bella. Mucha gente, confundida, decía la palabra amor. Por supuesto que tiene su belleza, pero hay miles de palabras mucho más bellas. El concepto es muy bello, pero la palabra menos. Una de las misiones del poeta es saber conectar con ese mundo de belleza que está en las palabras.

¿Hay que buscar el equilibrio entre cómo suenen y lo que signifiquen?

Eso es un poco misterioso. El concepto de belleza de cada persona puede variar, aunque haya un sentimiento de belleza. Yo tengo la sensación de que debo jugar muy bien la partida del poema, debo jugar muy bien lo que hago, porque sí creo que usar esta o la otra palabra a lo mejor no la tiene. Lo más importante es la sensación final que deja un poema en el lector .

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