CONTRAMIRADAS

Fernando Alberca: «Un niño aprende más jugando que en la escuela»

Lo sabe todo sobre la educación de los niños y sus desafíos. O casi todo. Y está a punto de publicar su libro número 22.

Fernando Alberca, en la plaza de Colón, antes de atender a ABC Córdoba para esta entrevista VALERIO MERINO

Aristóteles Moreno

La última vez que visitó las páginas de esta sección acababa de poner patas arriba la industria editorial de España. Era marzo de 2012 . Y convulsionó los cimientos de la educación infantil con una idea muy sencilla: «Todos los niños pueden ser Einstein». Aquel libro irrumpió en los estantes con la fuerza de un maremoto. Hasta Mercedes Milá y Mourinho lo tenían en sus mesitas de noche. Desde ese día, han transcurrido 9 años y 10 libros más. Está a punto de colocar en las librerías su nueva obra: ‘El niño que venció a brujas y dragones’ . Todo un manual de instrucciones para superar los 26 obstáculos que nuestros hijos afrontarán en su niñez.

Son las 12 de la mañana y una nube de chavales juega a la hora del recreo en plaza de Colón . Habla Fernando Alberca . «En el libro analizo las causas, las señales y cómo afrontar las adversidades, desde la impulsividad hasta la falta de amigos».

¿Pero hay niños sin amigos?

Casi todos . Hay que distinguir entre el compañero y el que es afín, pero eso no es amistad. Muchos buscan pero tienen que esperar por la inmadurez.

En nuestra infancia eso no existía. Teníamos a la pandilla.

Ahora la pandilla es muy individualista . Una pandilla de merienda. En la guardería uno tiene los amiguillos con los que está jugando, pero es difícil encontrar a alguien que no te traicione. Es frecuente que quien te hace «bullying» era tu compañero antes.

¿La pandilla era un ecosistema bueno de aprendizaje?

Era un ensayo ante la vida que estaba a punto de abrirse. Es un grado intermedio entre la familia.

¿Los niños han perdido la calle para siempre?

Han perdido la calle y el tiempo . Debemos intentar eliminar las tareas escolares, tanta actividad extraescolar y estresar menos la vida de nuestros hijos . Asegurarles un tiempo. Es un derecho de los niños. El derecho a jugar. Casi todos tienen muy poco tiempo para jugar .

¿Y por qué los castigamos así?

El mayor obstáculo es el horario de los padres . Pero es nuestra obsesión por intentar organizarle la vida al niño. Si se aburre creemos que no va a aprender. Y va a aprender mucho más jugando que en la escuela . Jugar es más importante para la creatividad, la imaginación, el análisis, la síntesis y todas las partes del cerebro.

¿Jugar a qué?

El juego es más útil cuando es social y hay varios jugadores. En los videojuegos se suelen mover 8 o 9 emociones. Y en los de mesa, hay 41 emociones y 19 sentimientos en funcionamiento.

Estamos atrofiando las emociones.

Estamos capándolas y maleducando emocionalmente a todos los niños.

¿Cómo recuperamos la calle?

Primero con espacios , aunque lo importante es recuperar las relaciones personales . Entonces nos daba igual que fuera una plaza redonda, rectangular o que no hubiera espacios. No es tanto el espacio sino cómo lo vivimos nosotros.

«Internet es maravilloso como el mar. Pero nadie mete a su bebé en el agua sin que sepa nadar»

¿El móvil en manos de un niño qué es: una ventana al mundo o un artefacto diabólico?

Esto es como el mar . El mar es maravilloso pero nadie pone a su bebé a nadar si no se está seguro de que sabe nadar . Navegar en internet es maravilloso. Es una gran oportunidad para las relaciones personales, el enriquecimiento y las nuevas experiencias. Pero hay que saber nadar. Al principio tendrás que meterte con tu hijo. El problema son los grupos de Whatsapp o Tik Tok. Ahí son tan torpes que es fácil caer en ofensas o delitos. Son muy dañinos.

¿A qué edad hay que darles el móvil?

No es una excusa decir que depende de cada familia y de cada niño . Lo que sí es importante es entender que por no tenerlo no pasa nada. Si uno va nadando y ve que todos van en la misma dirección, debe darse cuenta de que se ha equivocado de sitio. Nadar contracorriente es signo de felicidad. A más Instagram, a más conexiones, a más grupos de Whatsapp, más soledad.

¿Y qué hacemos con los adictos a Instagram?

La nacida a partir del 95 es la generación Z. Es la primera solo digital y es lógico que sea impulsiva y de reacción rápida. Los adictos son muy pocos. Lo que hay es mucha evasión. Para rellenar el hueco, lo relleno con las pantallas. Un niño pasa tres, cuatro o cinco horas de ocio digital. Es un ocio limitado donde las relaciones crecen muy poco.

¿La tecnología digital estimula el cerebro?

Estimula la memoria y la capacidad de reacción . Y muchas veces la conexión de los dos hemisferios: la unión de lo emocional con lo lógico. Hay otras cosas que se pierden: la concentración.

Violencia infantil

Y la concentración es fundamental.

Casi todo el mundo dice que tiene falta de concentración. Los docentes afirman que los niños sufren déficit de atención . Perdona . No te escucha a ti porque eres muy aburrido . El trastorno por déficit de atención (TDA) no existe médicamente hablando. Lo digital lo que hace es restar concentración, pero no podemos quitarlo, porque nos conviene para muchas cosas. Hay que compensarlo con otro tipo de actividades que exigen concentración.

¿De qué es síntoma la violencia infantil?

Del individualismo cultural que hay . Nos hemos creído que uno tiene que ser feliz para hacer feliz a los demás. Y no es verdad. Se puede ser feliz a la vez. Y el egocentrismo. Lo importante soy yo. Y eso siempre acaba en violencia. Yo no tolero que me contraríes. De la ira se pasa al odio y del odio a la violencia.

¿Qué hacemos con un niño ingobernable?

Todos los niños son gobernables . Es una cuestión de afecto. No hay ninguno que no pueda cambiar. Va en la definición de la persona. Y todas pueden mejorar y tienen corazón.

«Hay niños que no han tenido experiencia previa de abrazos que no sean de sus padres. Los abrazos volverán pero serán más fríos»

Muchos padres quisieran creerlo.

Puedo asegurar que hablo por propia experiencia . Confundimos que cuando alguien obedece es que todo está bien . Y si alguien obedece siempre, con 25 años tendrá problemas porque creerá que nunca ha sido libre y que jamás ha importado su opinión.

¿Permisividad o mano de hierro?

Afecto y autoridad . La autoridad es compatible con la flexibilidad. El otro día un alumno se escapó de clase porque tenía que cuidar un pájaro que se había quedado herido en casa. Alguien me preguntó: «¿Qué castigo le ponemos?». Y yo le dije: «Decidle que hemos pasado mucho miedo porque no sabíamos dónde estaba». Tenemos que tener flexibilidad. Otra cosa es que se hubiera ido a tomar cervezas.

¿Adónde nos lleva la sobreprotección?

A niños que no quieren a nadie . Ni siquiera a sí mismos. Que son incapaces de resolver problemas y que se frustran ante cualquier contrariedad.

¿Qué secuela nos va a dejar el confinamiento?

La falta de comunicación . Los niños no han aprendido a ver las caras de los adultos. La mayor parte de los gestos están concentrados en torno a la boca. Al no verla, no saben qué está pensando el otro. Y nos va a quedar el miedo y la tristeza, que está empezando a haber en los niños de primaria. Y hay que enseñarles lo extraordinario que tiene lo ordinario. La filosofía típica andaluza.

¿Los abrazos se han ido para no volver?

El problema es la necesidad. La gente ya no necesita tanto tocarse . Nos hemos acostumbrado . Muchos niños no han tenido experiencia previa de abrazos de gente que no sean sus padres. Volverán los abrazos pero serán más fríos.

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