La Feria de Córdoba resiste al calor y se apunta a la tarde y a la noche

Ni el sol que ciertamente pica, ni tampoco el calor consiguen disuadir a los cordobeses de cuál es su sitio. La Feria de Nuestra Señora de la Salud afronta los últimos sorbos y no ceja en su empeño de que toda Córdoba viva por ahí. Incluso cuando el mercurio ronda los 40 grados , los cordobeses la visitan y la frecuentan con el mimo con que se cuida una tradición.

En la jornada del viernes han evitado un poco más las horas centrales del día, en que siempre hace más calor, pero al caer un poco la tarde no han podido resistir la tentación de acercarse hasta El Arenal, donde esperaba la misma gran oferta de las casetas que todos los días.

Por allí se pudo ver a las mujeres vestidas de flamenca , a quienes disfrutaban de una comida en la Feria, que es algo siempre grato entre amigos, y a muchos jinetes y amazonas , porque el caballo y toda la cultura que tiene alrededor ha conseguido reflotarse en estos últimos años y ya tiene un gran protagonismo en la fiesta.

Por allí afloraron también los jóvenes, que al caer la tarde vieron el momento en que se encendían las luces y tomaron el relevo en la Feria de Córdoba, que es tan amplia y tan diversa que necesita varios turnos para que todo el mundo tenga las necesarias oportunidades para divertirse. Ahora aumentan y ya no se detendrán hasta un final en el que nadie quiere pensar .