La Feria de Córdoba ya es un río caudaloso

Ya sí que es una cosa de masas. La Feria de Nuestra Señora de la Salud ha comenzado a marcar el ritmo de la ciudad de Córdoba , justo cuando han comenzado estas pequeñas vacaciones en los colegios e institutos y las familias saben que no tienen otro lugar al que ir mejor que allí. El miércoles ha vuelto a marcar el comienzo de un nuevo ciclo , el más multitudinario.

Aunque hubiera que esperar a las primeras horas de la tarde para ver a las primeras masas, la portada ya era testigo de que era un día especial, y no sólo porque el puente del Arenal estuviera cortado al tráfico. Allí iban quedando pandillas de estudiantes , familias que ya no tienen que trabajar y grupos de jóvenes de todo pelaje que querían disfrutar.

En el ambiente sobresalían los coches de caballos y los trajes de gitana , que volvieron a dar a la cita el color de una gran fiesta , y que se perdieron desde el comienzo por el paseo y por las casets donde había que refugiarse más del sol y de su fuerza que de un calor que dio bastantes treguas. A eso de las seis de la tarde todo era un hervidero en varios puntos , como en las casetas de jóvenes, que tenían muchas ganas de divertirse.

Y también, cómo, en las atracciones , ya que era el día en que los cacharritos de los niños estaban a mejor precio y muchos padres no quisieron dejar pasar ni un momento para darle a los más pequeños el gusto. Había para todos los gustos: la noria que elevaba hasta las alturas , las salvajadas que ponen cabeza abajo, los túneles del terror y muchas cosas más. La tarde cayó y la noche empezó a ser tan multitudinaria como lo será hasta que la fiesta termine.