Feria de Córdoba 2022 | Martes de reencuentros en El Arenal de ensueño
La fiesta alcanza su plenitud con las casetas llenas de vida y a la espera de las jornadas más populosas
Todo lo que tienes que saber de la Feria de Córdoba
El plano de la celebración de Nuestra Señora de la Salud
La radiante jornada del martes de Feria en Córdoba, en imágenes
En la Feria de Córdoba h ay que tener un poquito de gracia. La clave está en saber llegar a tiempo y en irse antes de hacerse pesado o de que a uno lo echen de menos. «Oye, que te estaba llamando , y no venías», dice un cochero con librea en la puerta de La Muserola cuando la tarde empieza a caer. «Es que aquí no hay no buena cobertura, es que no lo sabes ya», le responden.
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En El Arenal todo es posible. Lo importante es manejar los tiempos. Saber que la amistad tiene sus pautas, sus protocolos. Nada de apresurarse. Las prisas son de la gente sin posibles, de los que andan por la vida con poca esperanza.
Sucede en la sombra mínima de El Lagarillo . «Que decías tú que no nos íbamos a ver. Pues aquí estoy», seduce, o lo intenta un muchacho con el pelo engominado, traje cerrado, zapatos lustrados. «Que ya lo sé. Vamos», le replican a al pincel humano, que se se pasea por la calle del Guadalquivir con un garbo de película clásica.
«Estamos todos»
«Entra, que estamos todos», invita una gitana en el pórtico de El Esparraguero. La respuesta se rige por el patrón del arte del compadreo, que es la moneda de cambio en la celebración de Nuestra Señora de la Salud . «Es que estoy esperando a las niñas, vienen con los nenacos, en cuanto pueda me escapo, pero tú sabes...».
Hay cosas que solo pasan en la calle del recinto ferial y cosas que se quedan en la intimidad de las casetas que son como tienen que ser. Como la del Real Círculo de la Amistad . Ahí hay que ir. Sí o sí. «Esto es como el Titanic de la Feria, la crema de la crema, niño, mira esos camareros de uniforme, mira esas copas de cerveza a las que se les derrama la espuma, esto es calidad de la buena». Lo dice Francisco Pérez del Campo sobre las tres de la tarde, que es cuando la Feria empieza a ser Feria .
«Llévate tú a los niños a la Calle del Infierno , que yo me quedó aquí esperándote», le dice él, un 'él' cualquiera y abnegado de los que sobreviven en la Feria, a ella en la caseta de Puerta Nueva . «Ya estamos con lo de siempre, Román , tú con tus compadres y yo con los niños...», se queja la mujer. « María Dolores , no vayamos a dar el espectáculo, por favor», trata él, siempre él, de cerrar la discusión.
Sobre lo que hay unanimidad es acerca de que lo que llama la atención es que un perro muerda a un hombre y no al revés. «Eso es normal, los bichos son así», reflexiona un jefe de mesa de el Buen Suceso sobre la noticia que está en internet: «Herido el portero de una caseta tras ser mordido por cuatro perros».
«Lo raro sería lo contrario». Quien lo dice lleva un medio de Pérez Barquero en la mano izquierda, por es zurdo, y un cigarro puro en la derecha. Se llama Román Baras y acabade jubilarse como peluquero. «He venido por los nenes, a mí la Feria no me gusta desde que se la llevaron de La Victoria : si pongo buena cara es por ellos, por los nietos», apostilla cerca de la Peña de Amigos de Ciudad Jardín, en la calle Corredera .
La sucursal
A unos pasos, en la calle del Guadalquivir, está la sucursal oficial de la jornada de Nuesra Señora de la Salud . El PP, aspirante a mantenerse en el pode en la Junta de Andalucía , celebra su ágape en el que brilla, como es él, el consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, que va y viene a la caseta en la que el partido ha organizado el momento de encuentro en medio del fragor de la precampaña y que el hombre, cabeza de lista por la formación en la circunscripción, aguanta con presencia de ánimo. «Dame una de arroz, que no se enfríe», se oye en la sucursal del partido en El Arenal .
José María Robusto pasa de las convenciones. Él ha venido con su patinete. A divertirse. «Unos tienen su caballo y yo tengo esto. Creo que así me va mejor. Contamino menos». José María vive en El Tablero, se ha estrenado este año como profesor titular en un instituto de Secundaria en Puente Genil y acude al recinto ferial con su monopatín. «Es un detalle que el Ayuntamiento nos haya puesto un sitio para que lo dejemos. Chapó », se alegra junto a la portada, donde el Consistorio , en efecto, ha reservado un sitio para que quienes se muevan en estos vehículos primarios puedan estacionarlos.
La Quadra no es un abrevadero, pero lo parece. En el mejor sentido de la palabra . Porque la gente va allí a beber. En el mejor sentido de la palabra. «Entonces ya empezamos con la copas, ¿no?», se pregunta en voz alta un currito que por lo que parece tiene a su derecha a su superior directo a la su izquierda al superior de su superior. «Dale, Matías : saca los bonos, que para eso están. Invita la casa», dice, u ordena, alguien que parece que es el que manda.
En ese momento acontece el momento mágico: el empleado de la caseta se acarca a cada uno de los miembros de la reunión y les pone una pulsera de colores en la muñeca: es el todo incluido a este lado del Guadalquivir . La tarde es larga, la noche prometedora, la vida incierta. Y ahí estás tú para ganártela, vaquero.