Equitación
La Feria del Caballo de Córdoba contará con 121 ejemplares de 46 ganaderías
Cabalcor se celebrará en Caballerizas Reales del 19 al 22 de septiembre
La ciudad de Córdoba se convertirá del 19 al 22 de septiembre en la capital nacional del caballo. En esas fechas las Caballerizas Reales acogerán la celebración de la XVII Feria del Caballo de Córdoba , un evento consolidado y que está considerado como «uno de los más importantes y de mayor proyección del panorama nacional», según ha anunciado la organización durante la presención de la Feria, que ha tenido lugar hoy.
En esas mismas fechas se celebrará el XIX Concurso Morfológico Ciudad de Córdoba , donde se citarán las mejores ganaderías del panorama nacional. En total habrá 46 yeguadas inscritas, procedentes de Pontevedra, Valencia, Ávila, Murcia, Asturias, Cádiz, Badajoz, Madrid, Tarragona, Jaén, Alicante, Huelva… Un total de 121 caballos de las mejores crianzas podrán verse esos días en Caballerizas Reales .
Y cómo no, habrá una nutrida representación cordobesa en el certamen, con la presencia de ejemplares procedentes de las ganaderías Yeguada Azores, Lovera, Francisco Povedano, Hermanos Carrión Romero, Los Pistos, Torrehermosa, Santa Isabel Esp., Al Andalus, Rafael Palenzuela Rodriguez y El Garabato.
En el concurso, los caballos de pura raza española serán puntuados por su sexo, edad, morfología y también por su funcionalidad. El ganado equino de esta raza destaca en este ámbito gracias a su genética , a lo que hay que añadir la estética que presente el caballo en el concurso, elementos que suelen ser muy cuidados.
Este fin de semana, como acto previo de Cabalcor , las Caballerizas Reales acogerán el Concurso Nacional de Doma Clásica, organizado por la Asociación Córdoba Ecuestre , junto a la Asociación de Criadores del Caballo PRE en Córdoba.
La Doma Clásica tiene por objeto el desarrollo del caballo mediante un entrenamiento racional, metódico y equilibrado que lo moldea hasta convertirlo en un atleta a disposición de su jinete . Como consecuencia, el caballo se vuelve tranquilo, elástico, ágil y flexible, pero también confiado, atento y decidido, pasando a formar un perfecto conjunto con su jinete.
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