Juegos Olímpicos Tokio 2020

Fátima Gálvez, campeona olímpica: «Este oro es un sueño hecho realidad»

La cordobesa llegó a Madrid, donde fue recibida por sus padres, familiares y amigos

Pío Gálvez luce la medalla de oro junto a su hija Fátima Ayuntamiento de Baena

F.L.

La cordobesa Fátima Gálvez ya descansa en España junto a sus familiares después de haber hecho historia en el deporte olímpico y colgarse la medalla de oro en la prueba de trap mixto junto al madrileño Alberto Fernández. Ambos aterrizaron en la tarde del lunes en Madrid, donde dieron una rueda de prensa conjunta en el Comité Olímpico Español (COE) . Gálvez reconoció que « este oro es un sueño hecho realidad ».

Con el recibimiento de familiares, amigos e incluso de la propia alcaldesa de Baena, Fátima Gálvez detalló que «han sido muchos años de trabajo, sacrificio y hemos sufrido mucho para hacer este sueño realidad; hay mucho trabajo para conseguir esto, todavía no me lo creo». Sobre eso dijo sentir « una sensación de plenitud y de haber hecho bien las cosas ».

Después de conseguir el oro, la cabeza de la tiradora está ya en el mundial de Bakú: «Estamos ya pensando en hacer algo grande en la Copa del Mundo». Aunque antes, eso sí, desea pasar tiempo con su familia, a quien le dedicó el triunfo: « Se lo dedico a mi padre y a mi madre, a mis hermanas, a mi familia , a toda la gente que me ha apoyado y también a todos aquellos que me han puesto la zancadilla en algún momento, se lo dedico a todos».

Sus padres, Pío y Josefina, se reencontraron con su hija en el aeropuerto de Barajas. Han sido unos días plagados de entrevistas para ellos, recogiendo también la fama de su hija menor. Su padre, Pío Gálvez , principal culpable de la afición de su hija a la escopeta contó de forma anecdótica como se aficionó su hija al tiro: «Estábamos en una finca, viendo los Juegos Olímpicos de Barcelona y disparaba una china que acabó ganando el oro y ahí me dijo que quería que le enseñara a disparar y ahí está».

También detalló cuál es su principal problema, que de haberlo cambiado, sería mucho mejor: « Yo soy diestro y ella empezó a tirar con esa misma mano . Con los años se dio cuenta de que es zurda como su madre y que su ojo dominante es el izquierdo. Si disparara con la izquierda...». Pese a ello, sus padres no tienen queja ninguna: «Ella es la mejor».

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