Sociedad

Familias de acogida en Córdoba | El hilo de amor de Ariadna

Un matrimonio con una hija biológica que lleva cinco años acogiendo a menores relata su experiencia para ABC

Ariadna, entre sus padres y delante de sus hermanas de acogida Miguel Ángel

Rafael Á. Aguilar

Ariadna no tiene ningún hermano pero en verdad tiene más que nadie en el mundo. Ella, a sus nueve años, ha hecho ya varios másteres en valores familiares o, mejor dicho, en lo que significan las palabras fraternidad o generosidad. Todo empezó cuando tenía cuatro años y sus padres, Pilar Serrano y Miguel Ángel Carralcázar, decidieron acoger en su casa a dos menores de forma temporal : desde entonces no han dejado de abrir las puertas de su casa a niños en situación de desamparo. Dos niñas que no han cumplido los seis años son sus inquilinas desde hace cuatro meses y Ariadna su hermana de acogida.

«Ella lo lleva muy bien: creo que todas experiencias la están marcando como una niña muy solidaria, muy comprensiva y que sabe ponerse en el lugar de los demás, en especial de quienes han de integrarse en un grupo, en una clase, en un círculo de amigos o de juegos», declara Pilar, de 41 años y que decidió dejar de trabajar cuando nació su única hija biológica. «Quería dedicarme en exclusiva a criar a mi niña, y pronto me di cuenta de que abrir nuestro hogar a chiquillos que lo necesitaran para evitar estar en un centro de menores era una buena idea. Y aquí seguimos», añade.

Es la sobremesa de un día entre semana en el parque de La Asomadilla y Ariadna guía a sus hermanas de acogida unas veces entre los columpios y otras por los senderos de tierra que van y vienen desde la cima de la zona verde. «No hay mayor alegría para nuestra hija que cuando nos llaman para decirnos que vamos a tener nuevos niños en casa: a ella le encanta prepararlo todo, planear cómo los vamos a integrar en nuestra vida, aunque sea por poco tiempo», suscribe la madre. Coincide Miguel Ángel, el padre: «A nosotros nos parece que todo esto es muy enriquecedor: hemos aprendido mucho en estos últimos cinco años».

Hace ese tiempo que este matrimonio cursó ante la Junta de Andalucía la solicitud para convertirse en familia de acogida: «Nos integraron en un curso de formación específico y después nos valoraron positivamente para dos tiempos de acogimiento temporal, que son los de urgencia [de seis meses de duración como máximo] y temporal especializado [hasta dos años]», declara el hombre. «Como es lógico, la Junta nos hace un seguimiento periódico para comprobar que nuestro perfil de idoneidad sigue en pie», recalca. La manera en la que Ariadna abraza a sus dos hermanas en la primera tarde de la Asomadilla deja claro que todo está más que orden; y que los vínculos entre ellas van a ser más eternos que temporales.

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