Una familia de Puente Genil intenta repatriar a sus 'niños de Chernóbil', atrapados en Ucrania

Miguel Bedmar y Concepción Mejías, vecinos de Puente Genil , están en la actualidad desesperados ante la impotencia de no poder ayudar, para que regresen a España, a quienes en su día fueron sus niños de acogida. Se trata de Alexander , de 31 años de edad y de nacionalidad bielorrusa; y Palina , de 34 años y de nacionalidad ucraniana. Eran unos niños cuando fueron acogidos, hace 22 años, en Puente Genil por Bedmar y su mujer, a través de la Fundación Internacional Aproni .

Durante un mes y medio que duró su estancia, Alexander en el verano de 1999 y Palina en el verano del año 2000, Bedmar recuerda las salidas al campo y a la piscina a fin de que respirasen aire puro, ya que se trataba de niños que l legaban de Chernóbil . «Un mes aquí suponía cinco años de vida más para ellos», afirma Bedmar, quien siguió manteniendo contacto telefónico años después y, posteriormente, ya convertidos en adultos, consiguió por redes sociales tener localizado a Alexander. « Palina se casó y, tras adoptar el apellido de su marido, perdimos el contacto con ella», explica para este periódico Bedmar. «Hace cinco años, fue ella la que nos buscó a nosotros por redes sociales y pudimos retomar la relación», según continúa explicando este vecino de Puente Genil.

Alexander viajó por Europa por motivos profesionales, estableciéndose en Bélgica y Holanda. En la actualidad, se encuentra atrapado en Sad, un pueblo de Ucrania porque, según detalla Bedmar, «al estallar la guerra, su novia ucraniana, le pidió ayuda para salir del país». «Ahora, explica, se encuentran los dos atrapados allí y están actualmente refugiados en un búnker con la familia de su novia». Además, Bedmar cuenta que «Alexander pide ayuda para sacar a sus padres de Bielorrusia , pues hace tan sólo unos días, su madre fue detenida, durante 15 días, tras haberse manifestado en contra de la guerra».

A través de los mensajes que intercambia con Bedmar a diario, Alexander informa que «mi hermano menor está en Polonia, y papá en casa, en Bielorrusia». Afirma tener miedo porque manifiesta que «las sirenas antiaéreas no paran de sonar cada media hora», que «media ciudad está bombardeada» y que nada es seguro. Bielorrusia es un estado aliado de Vladimir Putin . Por su territorio se realizó parte de la invasión ucrania aunque sus tropas no han formado parte de la misma por el momento.

Palina se encuentra entre los dos millones y medio de ucranianos que han huido a la desesperada de su país. Madre de dos hijos (un niño de nueve años y una niña de tres) logró, en su huida hacia la frontera con Polonia, llegar a la ciudad de Mózyr, en la provincia de Gómel (Bielorrusia) donde se encuentra atrapada tras obtener pasaporte local. Bedmar cuenta que «su marido ha sido igualmente detenido por manifestarse en contra de la guerra» y que «hace tan sólo unos días, me pidió socorro para poder poner a salvo a sus hijos».

A día de hoy, sospechan que el teléfono de Palina ha podido ser intervenido, pues Bedmar cuenta que «de la noche a la mañana ha cambiado su actitud, ahora dice que están todos tranquilos y trabajando» y que «sólo responde a mis mensajes con monosílabos». Pese a ello, «Palina quiere conseguir un visado para poder viajar como turista a España, junto a sus hijos», explica Bedmar quien asegura que la situación tanto para él como para su mujer está siendo dura. A día de hoy, este matrimonio de Puente Genil no sabe «qué hacer ni a quién acudir» para poder ayudarles.