La familia de Bonilla demanda al Córdoba

«Mi hijo en el Córdoba no juega más; al menos, de momento». Así de tajante se mostraba José Bonilla , padre del jugador internacional sub 17 que hasta la semana pasada pertenecía a la disciplina del Córdoba CF . Y es que el jugador comunicó a la entidad blanquiverde que no se encontraba en condiciones anímicas de seguir en la disciplina de su segundo equipo juvenil.

Concretamente, la familia del jugador ha alegado «daño moral» , hasta el punto de que el caso ha sido trasladado a los juzgados con el fin de resolver una situación que considera muy perjudicial para el bienestar del joven que «sólo quiere jugar al fútbol y no le dejan hacerlo», según su padre , José. De hecho, recordaba que « ha estado bajo presión y coacción» .

Bonilla, que el pasado 20 de enero disputaba sus primeros minutos como internacional de su edad bajo las órdenes de Santi Denia en Italia, desapareció de los planes del juvenil del Córdoba de Liga Nacional (segunda categoría) de manera sorprendente y sin explicación aparente, puesto que no había trascendido que hubiera lesión alguna.

De hecho, así siguió sucediendo durante cuatro semanas hasta que ABC publicó los motivos de la situación, confirmados por el entorno del jugador. Y es que Bonilla había recibido una oferta por parte del Córdoba para recalificar su contrato , que le vinculaba con la entidad blanquiverde hasta el 30 de junio de 2019, al rango de profesional . En el mismo, la cláusula de rescisión de multiplicaba por cuatro (se pasaba a 2 millones de euros) sin que hubiera mejora en las cantidades a percibir al existir un sistema distinto de pago con retenciones fiscales.

En todo caso, el entorno del jugador siempre ha recordado que la situación no obedece a un asunto económico hasta el punto de que así lo recordaba su padre: «Ellos ofrecieron un contrato al chico sin que nosotros pidiéramos ; lo único que queremos es que pueda jugar».

Sin embargo, el Córdoba en este tiempo se ha mantenido en la tesitura de que «si no firma, no juega». Aunque el principal inconveniente estaba en que «nosotros queríamos hablar en relación al contrato una vez que nos lo ofrecieron». Pero se encontraron con una coyuntura singular: « la única opción que nos daban era firmar en función a lo que nos ofrecían».

Por eso, y al ir pasando las semanas, la familia de Bonilla ha entendido que se han «vulnerado los derechos» del joven y la situación ha terminado en una demanda .

En la misma, José, su padre, considera que «sólo hay una verdad y es la nuestra». Además, de que « nuestra intención es que nos concedan una cautelar para que mi hijo siga jugando al fútbol, porque es lo que le gusta». De hecho, aclaraba que «no es que quiera marcharse a un Manchester ni nada por el estilo». En sí, su idea pasa por « estar en un club de la ciudad en la que lo traten bien».

Porque, desde su punto de vista, «no podemos entender que lo castiguen por no querer firmar un documento». A lo que insistió haciendo ver que «no ha pedido nada y lo han destrozado» . Incluso fue más allá al recalcar que «es un chico de 16 años y a alguien no le da la gana de que juegue».