HISTORIA
Fallece el sobrino de Manolete que le dio el último beso
Juan Soria Molina ha muerto a los 84 años; se despidió de su tío en la plaza de Linares el 28 de agosto de 1947
El último beso que recibió Manolete de un familiar directo antes de morir se lo dio Juan Soria Molina , su sobrino. Se da la circunstancia de que aquel fatídico 28 de agosto de 1947 el pariente del «Monstruo» de Córdoba se desplazó en motocicleta hasta Linares para poder ver a su tío torear. La sorpresa del califa cordobés fue tal que llegó a abroncar a su sobrino reprochándole dicho desplazamiento, que realizó junto a otra persona. Asumida la proeza, Manolete le dijo a Juan que, una vez concluyera la corrida, el joven, con apenas 15 años , se volvería a Córdoba en su coche para que no tuviera que repetir la peligrosa gesta, que en aquellos años tenía su aquel por la distancia y el medio de transporte. Pero eso nunca se pudo realizar por las circunstancias que todo el mundo conoce.
En la madrugada de ayer (miércoles), Juan Molina viajó al mismo lugar donde se encuentra su tío transcurridos 69 años desde su dolorosa despedida en Linares . Tras padecer durante el último año un cáncer de pulmón, el sobrino de Manolete falleció a los 84 años en Córdoba , un hecho que suprime la última conexión directa familiar masculina y testimonial con el torero más laureado de todos los tiempos. Juan Soria Molina era hermano de Rafael Soria ( «Rafalito Lagartijo» ). Ambos procedían de la génesis más taurina de cuantas familias puedan existir en la tierra de los toreros. Hijos de Federico Soria Casanova y Dolores Molina (hermana de Manolete), eran biznietos de Juan Molina Sánchez (afamado subalterno), sobrinos biznietos de Rafael Molina Sánchez (Lagartijo), y nietos de Rafael Molina Martínez (Lagartijo Chico).
Juan llegó a probar suerte el mundo del toro haciendo algún que otro paseíllo, pero sin resultar. Sabido es por el entorno del califa que Juan y Rafael competían en su casa por obra y gracia de Manolete, que actuaba como maestro de ceremonias en un improvisado coso construido en el seno del hogar en el patio de su casa. Ambos llegaron a convivir con el «Monstruo» cordobés reconociéndose una enorme empatía entre ambos. Se cuenta que Manolete sacaba a hombros a Juan de su casa ante la mirada de su hermano Rafael, advirtiéndole lo bien que había estado, aunque fue finalmente Rafael el que con los años consiguió vestir de luces y demostrar su valía hasta sus últimos días como torero. Cabe recordar que Rafael Soria hasta que falleció en febrero de 2013 (83 años) ejerció como decano de los toreros de Córdoba.
Juan Soria fue directivo de Rumasa , desarrollando su labor profesional en el Banco de Jerez en ciudades tales como Córdoba, Ciudad Real y Huelva , donde llegó a ser director provincial de la entidad. Casado con María del Carmen Castro Soler, deja un matrimonio sin hijos , que ha gozado del «cariño de toda la familia hasta los últimos días», apunta Rafael Soria, sobrino del fallecido e hijo de «Rafalito Lagartijo ».
De su vida, destacar la tremenda relación que mantuvo con su hermano Rafael, con quien compartió cometido empresarial como ganadero en Villaviciosa hasta que este dejó de estar entre los vivos. Para Soria, la muerte de su tío Juan supone «una gran pérdida por lo querido que era» . Sus amigos y familiares destacan su «bondad, excelente trato y carácter», circunstancias que han hecho que «siempre haya contado con el afecto de todos», concluye Soria. Hoy (jueves) su cuerpo recibirá cristiana sepultura en la Iglesia de San Nicolás en un funeral previsto a las 12.00 horas.