FORO CULTURAL ABC
Falcones: «Mis personajes son universales y pueden vivir lo que viven en el mundo de hoy»
El escritor habla de la Barcelona del siglo XIV y de su novela «Los herederos de la tierra»
![Ildefonso Falcones y José Calvo Poyato, durante el Foro Cultural de ABC](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2017/06/05/s/falcones-foro-cultural-kMYF--1240x698@abc.jpg)
Un viaje a la Barcelona del siglo XIV , en un momento de grandes encrucijadas históricas, pero también una reflexión sobre los dilemas a las que se enfrenta el novelista histórico y la forma que tiene para resolverlas. Ildefonso Falcones ha podido esbozar en Córdoba una teoría: «Lo más difícil es que la trama cuadre con los hechos históricos , conseguir que mi personaje se integre en la escena». Así habló el autor al presentar « Los herederos de la tierra », publicada por la editorial Grijalbo . Es la novela en la que ha vuelto a Barcelona, su ciudad, años después de que «La catedral del Mar» le disparase a la fama entre los lectores.
Fue una de las ideas más sugestivas de cuantas se pusieron sobre la mesa en el Foro Cultural de ABC Córdoba , que se celebró este lunes en el salón de actos de Cajasur en Gran Capitán , patrocinado por la propia Fundación Cajasur. Ante un nutrido auditorio de lectores del autor de «La catedral del mar», Ildefonso Falcones explicó que no intenta «recrear la realidad histórica, sino que los personajes se vean inmersos en ella », que la integración entre la realidad y la ficción sea natural.
Para Ildefonso Falcones, la época, la Edad Media, o el siglo XVII en que ambientó «La mano de Fátima» , no es más que una ambientación, ya que busca rasgos que sean comunes a todos los momentos y a todo el mundo. «Mis personajes son universales , que pueden vivir lo que viven también en en el mundo de hoy », contó, aunque también con algunos cambios.
Su conversación con el director del Foro Cultural, José Calvo Poyato , tuvo muchos asuntos jugosos. En primer lugar, el trasfondo político, con el Compromiso de Caspe que supuso la llegada de Fernando de Antequera como rey de Aragón, pero también la destrucción de la Judería de Barcelona, que marca la trama, porque uno de los personajes es de esta etnia y religión.
Junto a la evolución de aquella próspera Barcelona de la Baja Edad Media , la conversación giró en torno a las supersticiones en una época de poca ciencia, al vino que se empezaba a cultivar tras la etapa musulmana y también de la ficción de la corona catalonoaragonesa: «No había más que un rey , que era el de Aragón, y que era conde de Barcelona . Cataluña y Aragón eran totalmente independientes en cortes, leyes y lengua».