Tribunales
Extrabajadoras acusan al presidente de Acali de abuso laboral y vejaciones
El Juzgado de lo Social número 2 condena a la asociación a pagarles los meses retrasados, la liquidación y una indemnización

Explotación, abuso laboral, vejaciones , presiones e intento de agresión son algunas de las lindezas que tres extrabajadoras de la Asociación de Alcohólicos Liberados ( Acali ) han querido denunciar en ABC por parte de la directiva de la empresa, a cuyo frente está José María López Regalón. Son Manuela Rubio, Rosa Moreno y Laura Aguilera.
Por lo pronto, el Juzgado de lo Soc ial número 2 les ha dado la razón en una sentencia de 20 de abril pasado por la que se condenaba al presidente a abonarles las mensualidades que se les dejó de pagar -ocho-, así como el despido, que se ha considerado improcedente, más la indemnización. «Por ahora, no hemos visto ni un euro y nuestro abogado nos ha dicho que la jueza ha iniciado los trámites para embargarle las cuentas en Cajasur», apuntó a ABC Rosa Moreno.
Por su parte, Manuela Rubio también llevó por lo penal a José María López por un intento de agresión , si bien ayer mismo el presidente de Acali confirmó que en este caso concreto, «acabo de salir del Juzgado y la cosa se ha quedado en nada ». Fue, según Rubio, el mismo día que firmaron el despido, el 20 de enero pasado, cuando «le hizo el comentario a Rosa de que para algunas cosas sí había dinero, y se puso como una furia echándose encima de mí hasta que Rosa medió y lo tuvo que sacar fuera de la habitación».
La razón del despido fue, precisamente, «la denuncia que pusimos tras ocho meses sin cobrar», apuntó Rubio. Pero antes que eso las tres han querido desvelar la situación en que se encontraban desde el pasado 2010 hasta el año 2014 . «Estábamos tres auxiliares de clínica con turnos de 24 horas cada dos días, y eso suponía 240 horas al mes con 30 días y 264 horas con 31, es decir 40 horas semanales », puntualizó Rubio, quien añadió que «eso era lo que había y que si nos nos gustaba que cogiéramos la puerta».
La respuesta por parte del propio López Regalón no se hizo esperar: «Las despedimos porque no había clientes con la crisis y cuando haya dinero les pagaremos lo que les debemos». En cualquier caso, negó «cualquier tipo de amenaza o maltrato hacia ninguna» y acusó a las trabajadoras de haber sido ellas «quienes decidieron cambiar su turno de ocho horas, cobrando un extra todos los meses, por trabajar 24 y librar 48».