José Javier Amoros - PASAR EL RATO
Estreñimiento intelectual
El diputado de Podemos Sergio Pascual se suma a la comedia política con su teoría para democratizar la Semana Santa
Hay políticos muy dotados para dejarse llevar por su vulgaridad natural al tratar de las cosas más sublimes. Podemos está dando buenos especialistas. Son esa gente que no se conforma, como hacemos los demás, con ocupar el papel de figurante que le ha correspondido en el gran teatro del mundo, y pretende enriquecer la función con sus morcillitas ideológicas, a ver si el público se ríe. Pero el público no se ríe, porque el público ha ido a ver la obra original y no improvisaciones de la Logse. A estos malos comediantes acaban diciéndoles los autores lo que los hermanos Álvarez Quintero le dijeron a un actor que se apartaba del texto: «No diga usted eso que dice porque no tiene gracia; si hubiese tenido gracia, ya lo hubiéramos pensado nosotros».
El último gracioso de comedia política se llama Sergio Pascual, es diputado de Podemos por Sevilla, y ha sido también secretario de Organización del partido, hasta que dios quiso. El improvisador, en un artículo publicado hace pocos días, propone democratizar la Semana Santa sevillana, que considera una fiesta popular despojada de carácter religioso. Para que el público entienda bien su mensaje, lo expresa con toda claridad: «Como todo ritual, la Semana Santa opera simbólicamente para reproducir y consolidar lazos de solidaridad mecánica en el sentido Durkheimiano, o, por qué no, para recrear la communitas espontánea de Turner». Eso, por qué no. Los nazarenos sevillanos han desfilado llorando con la lectura de este texto, mientras los cuatro evangelistas hacían las maletas, derrotados. Manifiesta el creador el entusiasmo de Podemos por la Semana Santa, un ritual secular que «se ha estructurado a partir de transferencias e imitaciones de los ritos religiosos tradicionales para poder seguir cumpliendo la función social que antaño tenía la religión». También él está cumpliendo en la política la función social que antaño tenía la inteligencia. ¿Qué significa democratizar la Semana Santa? Leamos al maestro: «Significa reconocer su carácter secular y su transversalidad para resignificar los valores que recrea y la identidad de nuestra ciudad, adaptándolos a una realidad andaluza y sevillana…». ¿Tanto ha pecado el pueblo de Sevilla para merecer que Dios le envíe a un profeta que redacta así? Como no se atreve a democratizar a Pablo Iglesias, lo intenta con la Semana Santa, que le da menos miedo. Al final de la II República, el Ateneo de Madrid decidió democratizar la teología poniendo a votación la existencia de Dios. Perdió Dios por un voto. Lo cual demuestra que Dios no existe y que la Macarena es la madre de Dios, de modo que mucho cuidado con la democracia.
Hace un año, lord Carrington tenía noventa y cinco, y era el único miembro vivo del último gobierno de Winston Churchill. Fue también ministro de Asuntos Exteriores de Margaret Thatcher y secretario general de la OTAN. Contó en una entrevista que en un almuerzo con los jefes del grupo parlamentario, Churchill se mostraba reservado y silencioso. Pero cuando llegó el postre, vio pasar por la puerta a la parlamentaria laborista Bessie Braddock. Winston la miró y comentó: «La viva imagen del estreñimiento británico». Y recuperó su buen humor durante toda la sobremesa. Cuando los sevillanos vean pasar por la calle, en actitud pensativa, al gran democratizador de su Semana Santa, exclamarán con admiración: «La viva imagen del estreñimiento intelectual español». Y recuperarán el buen humor que habían perdido con la lectura de su artículo.