Solidaridad
Estrella Azahara, quince años dando luz a los jóvenes de Las Palmeras en Córdoba
La onegé de La Salle celebra su aniversario en el sexto barrio más pobre de España, donde cien menores reciben clases de refuerzo educativo
«Si no hubiera sido por Estrella Azahara no hubiera llegado hasta aquí», afirma convencida Judith Molina , estudiante de 22 años de Educación Social de la Universidad de Córdoba (UCO). Se ve reflejada en los más de cien niños que a diario corretean por la oenegé lasaliana que esta semana ha celebrado una década y media en Las Palmeras , el sexto barrio más pobre de España según por renta per cápita según el último informe del Instituto Nacional de Estadística.
Con juegos, 'photocall', bailes y una merienda los niños, voluntarios y maestros han celebrado el éxito de los programas educativos, de ocio y tiempo libre: se trata de felicitarse de que con esfuerzo , cariño y dedicación se puede mejorar el presente para conseguir un futuro como el de Judith y una decena más de jóvenes que ya han conseguido sus metas académicas.
El caso de la futura educadora social es el que más satisface a los educadores por todo el esfuerzo que ha tenido que realizar. «Para poder concentrarse por el ruido del barrio estudia con cascos de obra », cuentan como ejemplo que, aún con adversidades, la voluntad es lo que mueve a conseguir las metas.
Precisamente, eso es lo que motivó a los hermanos de La Salle en 2005 a fundar una asociación que «diera una alternativa a los jóvenes para que sintieran que tenían otras posibilidades», explica uno de los fundadores, Juan Antonio Rico , quien, emocionado, refiere que «ante la realidad de Palmeras, no nos podíamos quedar quietos».
Empezaron en la parroquia del Rosario , en el barrio Azahara hasta que se instalaron en la Calle Sierra Nevada, junto a la cooperativa Claretex , en 2012, en la actual sede. «Al principio teníamos cinco o seis niños y ahora vienen cien niños todas las tardes », indica Rico.
Además, la intervención educativa de Estrella Azahara es bidireccional porque los programas de apoyo escolar en el barrio se complementan con un voluntariado por parte de alumnos de Bachillerato de La Salle, así como planes de intercambio internacionales con colegios de la congregación que vienen al barrio para participar en actividades de ocio y tiempo libre con los chavales.
Irene Membribe , la coordinadora del centro, detalla que por las tardes, los pequeños de 3 a 16 años acuden a realizar sus tareas, reciben clases de refuerzo aquellos que lo necesitan, cuentan con ordenadores y conexión a internet . Este servicio ha sido clave durante la pandemia, porque Estrella Azahara ha servido de vínculo entre las familias y los centros educativos para facilitar a los pequeños que no tenían ordenador ni conexión -la mayoría- la forma de poder seguir las clases.
Además, los educadores llevan a cabo programas de prevención del absentismo escolar; el colegio del barrio, el Duque de Rivas , tiene unas cifras que alcanzan el 99 por ciento según un estudio reciente de la UCO.
También realizan formaciones orientadas a mejorar la empleabilidad como cursos de estética o de hostelería para alumnado de 16 a 30 años y, sobre todo, refuerzan las clases de apoyo para que los menores obtengan el título de Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
También con los expulsados
¿Qué pasa con los alumnos que echan del colegio? También para ellos hay hueco en la asociación Estrella Azahara. La entidad, que centra el grueso de su actividad por las tardes, se planteó que los alumnos que recibían amonestaciones y eran expulsados no podían quedarse en casa durmiendo. Así es que han abierto un aula donde los chavales expulsados hacen sus tareas y se trabaja con ellos el motivo por el que los han echado de clase trabajando mejorar el comportamiento disruptivo.
«Queda mucho camino por hacer , pero es cierto en estos años de andadura se observa que hay alumnos que están consiguiendo sacarse el título de ESO , que estudian grados medios y grados superiores», explica Irene Membribe que, insiste en que «hasta los alumnos expulsados de los colegios tienen un hueco en Estrella Azahara». Por ello, el presidente de la Asociación Vecinal Unión y Esperanza Las Palmeras, Luis Maya , valora los quince años de presencia de Estrella Azahara en el barrio. «Todo lo que sea sumar, es positivo», sostiene.
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