MUNICIPAL

La estación de Córdoba se queda sin punto de información para turistas

El Imtur prevé una reapertura inminente tras varias semanas de cierre, lo que ha obligado a los trabajadores de Renfe a atender a los visitantes

Oficina de turismo de la estación de Córdoba ABC

Irene Contreras

Es la principal puerta de entrada de turistas a Córdoba, pero la estación de Renfe no cuenta, desde hace algunas semanas, con una oficina de información para recibir y asesorar a los recién llegados. El local desde el que el Instituto Municipal de Turismo ( Imtur ) prestaba servicio a los turistas en la estación de ferrocarril está cerrado a cal y canto. Desde su cristalera, un cartel pide disculpas por las molestias que pueda ocasionar el «cierre temporal» de la instalación, y en su página web, el Imtur atribuye a «motivos técnicos» esta coyuntura. Fuentes municipales aludieron a bajas entre el personal de información que van a cubrirse a finales de esta semana , cuando aseguran que volverá a abrir la oficina de la estación.

El problema es que ahora los turistas que llegan a la ciudad en tren no encuentran en la estación de Renfe personal cualificado que les dé las primeras indicaciones necesarias para algo tan sencillo como, por ejemplo, llegar hasta su hotel o al resto de puntos de información turística que tiene el Imtur, en concreto los de la Plaza de las Tendillas o el Centro de Visitantes de la Puerta del Puente. Con esta tesitura, desde que la oficina cerró los turistas han tenido dos opciones: confiar ciegamente en Google Maps o buscar una alternativa humana.

Esa alternativa de carne y hueso la han venido encontrando en el punto de información y atención al cliente que tiene Renfe para orientar a los usuarios sobre horarios, retrasos, cancelaciones, reclamaciones, incidencias y todo tipo de asuntos relativos, eso sí, a la propia Renfe . La situación ha causado malestar entre la plantilla ya que durante las últimas semanas, los trabajadores de la empresa ferroviaria se han visto obligados a suplir esta carencia y atender a los turistas desorientados. Una tarea que, recuerdan, no les corresponde y para la que ni están formados ni cuentan con medios.

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