Apuntes al margen

¿Está la oposición?

La placidez con la que gobiernan PP y Cs muestra que algo funciona muy mal en la izquierda 

Susana Díaz, en un acto en el exterior del Palacio de San Telmo RAÚL DOBLADO

Rafael Ruiz

Uno de los hechos más curiosos que está pasando en la política andaluza de los últimos tiempos es la relativa placidez con la que el PP y Ciudadanos están encarando la etapa de gobierno en lugares clave como la Junta de Andalucía o de relevancia, como el Ayuntamiento de Córdoba . Los asuntos de desgaste de gobierno han sido imponderables como la pandemia, que en la comunidad ha tenido una incidencia a efectos sanitarias mucho menor, y auténticos errores no forzados, producto en muchos casos de la ausencia de experiencia de Cs , que en ocasiones parece necesitar dos horas más de cocción.

Aún así, como en el chiste de Gila, cabe preguntarse si está la oposición y, en ese caso, pues que se ponga. En tiempos de la política Tik Tok —valen los vídeos cortos, a ser posible paródicos—, colocar a un personaje como Francisco Conejo —de lo más amortizable del PSOE desde hace años— preguntando por las retransmisiones de Canal Sur de la Virgen de la Cabeza en el Parlamento implica que algo ya no carbura en la otrora poderosa sede del PSOE en la calle San Vicente . Los que en otra época marcaban el debate ahora bastante tienen con seguir la conversación entre una política pedrista que —en ese fuero interno felipista-conservador del PSOE andaluz— horroriza y la inexistencia de las otrora eficaces terminales mediáticas, sustituidas por páginas web de medio pelo con las que retuitear «noticias» que rara vez tienen que ver con los hechos que supuestamente cuentan.

Los socialistas andaluces siguen en manos de funcionarios de partido que encadenan cargos

Nada hay más enternecedor de los socialistas andaluces, hoy, que cuando ponen a sus presidentes de las diputaciones como ejes de una oposición aguda. Sucede que alguien parece no entender que un presidente de Diputación suena, por fuerza, al responsable de una organización rancia, conservadora en las formas, envarada en los contenidos. Completos desconocidos para el gran público pese al dinero y el tiempo que invierten en darse a conocer. Sujetos de noticias solo cuando hay problemas —sobre todo, si alguien ha metido la mano— pero rara vez beneficiarios de lo que se hace bien en la gestión. 

Si el PSOE andaluz estaba pidiendo renovación desde hace años, lo que ahora precisa es de refundación. Funcionarios de partido que llevan décadas encadenando puesto tras puesto tienen verdaderos problemas para adaptarse a la oposición, que es ese lugar donde siempre hace frío. Eso quese esperaba que ocurriese cuando Sánchez recuperó el poder no acaba de pasar, probablemente, porque el tablero ha dejado a la federación andaluza en la más absoluta irrelevancia.

Para acabar de rematar la placidez total de los partidos en el Gobierno de la Junta, sería bueno que la izquierda fetén editase un manual sobre su funcionamiento. Porque los demás no somos capaces de seguirle la hebra. Resulta que Teresa Rodríguez dimitió de sus cargos en Podemos, partido que forma la coalición Adelante Andalucía . Tramitada su baja en el partido morado, Rodríguez ha decidido mantener el cargo de presidenta del grupo parlamentario.

Visto lo cual, Podemos e IU tienen un grupo de parlamentarios andaluces liderado por una persona que no responde a las directrices ni de Podemos ni de IU. Y la aspirante de Pablo Iglesias para sustituirla es Martina Velarde , diputada por Córdoba, cuya candidatura ha generado una reacción que puede resumirse en una breve frase: «¿Estáis de cachondeo?».

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