Fiestas

Las espadas de Obejo vuelven a 'degollar' al patatú ante la mirada de cientos de personas

La popular festividad, que se originó en el siglo XIV, simboliza el arte guerrero de los pueblos bárbaros y es la tradición más arraigada de esta localidad cordobesa

Un momento de la celebración de la Danza de las Espadas FOTOS: Valerio Merino

D.D.

Las previsiones anunciaban tormentas y hacían temer que las espadas seguirían en sus vainas un año más. Pero no ha sido así y el cielo ha permitido que Obejo vuelva a dar cabriolas y bailar, al ritmo de los acordeones, guitarras, laúdes y panderetas, para conmemorar la tradición más arraigada de esta localidad cordobesa: la Danza de las Espadas , una fiesta que hunde sus raíces en el siglo XVI y que aspira a convertirse Bien de Interés Cultural (BIC), junto a la romería de San Benito, que ha congregado a un gran número de personas en este pueblo de 700 habitantes.

La celebración, que ha esperado dos años por la pandemia del coronavirus, ha arrancado a primera hora de este domingo en la iglesia de San Antonio con la concentración de la Danza de las Espadas con el mayordomo saliente para el nombramiento e imposición de medalla al entrante.

Poco después de las 10.30 horas, oriundos y foráneos han asistido a la misa de la hermandad, fundada en el año 1464, seguida de la de los romeros, que se ha vivido con una gran emoción contenida, después de que el Covid haya impedido venerar al patrón de Obejo, al que también se honra cubriéndolo de billetes .

La mayor afluencia de público se ha empezado a notar pasado el mediodía, se acercaba el momento del singular baile. El alboroto no ha tardado en llegar a la plaza de la iglesia; los danzantes han empezado su peculiar baile, conocido también como bacimachia o balimachia . Ataviados con chaquetilla corta de paño marrón, camisa blanca, pantalón de color avellana, fajín rojo y botas, han iniciado el 'ritual', portando espadas de hierro forjado.

El momento más esperado y captado por las cámaras ha sido cuando la treintena de danzandes en filas y cruzándose, han empezado a saltar moviendo las espadas alrededor de la cruz donde se dice que apareción San Benito, en un lugar muy próximo a donde se asienta la ermita.

Entonces, ha llegado el momento final o 'patatús' , en el que los hierros han rodeado la cabeza del participante más veterano, que, como manda la tradición, ha logrado zafarse con éxito entre los aplausos de los presentes. Simboliza una especie de 'renacimiento' a partir del cual ha continuado el baile de espadas durante unos tres cuartos de hora.

Una vez que el espectáculo ha llegado a su fin, los presentes han podido degustar buñuelos , que en Obejo se asemejan a una especie de pestiños grandes endulzados con azúcar.

La Danza de las Espadas se repite los sábados más cercanos al 17 de enero , día de San Antón, patrón de la parroquia del pueblo; al 21 de marzo , cuando se recuerda la muerte de San Benito, y en julio con motivo de la onomástica fijada por la Iglesia como día para venerar a éste ultimo santo, a quien se le atribuye una tradición tan española como la siesta vespertina.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación