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Escapadas con encanto por Córdoba: Aguilar de la Frontera, un destino con poderío señorial
Cómo llegar, dónde comer, establecimientos para alojarse y qué ver en este municipio de la campiña
Al sur de la provincia de Córdoba, entre un mar de viñedos, olivos y cereales aparece la localidad de Aguilar de la Frontera , municipio que atesora un importante patrimonio artístico y que jugó en el pasado un papel destacado en varios momentos históricos.
Numerosos edificios ponen de manifiesto este vasto pasado y su riqueza; entre ellos, sobresale la Torre del Reloj, la Iglesia del Hospital y la Plaza de San José , de forma ochavada.
Este enclave fue la antigua Ipagrum ibero-romana , involucrada en la batalla de Munda , que enfrentó a los partidarios de César con los de Pompeyo. Precisamente de este periodo son sus restos más antiguos, una necrópolis de grandes dimensiones.
En época musulmana pasó a denominarse Bulay o Poley . En 1257 , poco después de su conquista cristiana, adoptó el nombre que tiene hoy día.
Enrique II la entregó en señorío, junto con Priego, a Gonzalo Fernández de Córdoba , que inició el linaje de dicho apellido «llamado a desempeñar un papel protagonista en la historia bajomedieval de Córdoba, que culminó en la figura de don Alfonso de Aguilar», según R. Córdoba.
Cómo llegar
Aguilar de la Frontera se encuentra a unos 52 kilómetros de la capital cordobesa y cercana a otras capitales como Sevilla y Granada.
En coche . La vía más rápida desde Córdoba es por la A-45 . Se tardan apenas 45 minutos y el coste en combustible ronda los 5 euros. También se puede llegar por la N-432 y por la CO-3204.
En autobús . Tanto Alsa como Carrera operan en esta ruta desde la Estación de Autobuses de Córdoba. En sus web puedes consultar los horarios y precios. La duración del trayecto es de unos 50 minutos .
Dónde alojarse
Tanto en Aguilar como en las localidades próximas hay un gran número de alojamientos que se adaptan a todas las necesidades del visitante. Aquí tienes algunos establecimientos hoteleros:
• Cortijo San Francisco . Es una antigua edificación con 6 habitaciones de distribución clásica cerrada compuesta por dos casas y un gran patio central. Los muros de piedra, arena y cal alcanzan el metro de espesor y aíslan el interior de las casas garantizando frescor en verano y un cálido ambiente en invierno.
• Hacienda Capricho Andaluz . Molino Viejo del Capricho es una casa rural de auténtico lujo. Más de 1.500 metros cuadrados de instalaciones: una suite, dos baños con hidromasaje, dos salones con chimenea, TV en algunas habitaciones, piscina, barbacoa, dos cocinas, sala de juegos, bodeguita, museo del aceite y salón de celebraciones para cien personas.
• Cortijo El Patriarcal . Este alojamiento está en la ctra. Moriles-Aguilar de la Frontera, Km 1. Este caserío se compone de dos alojamientos independientes de 4 dormitorios con baño propio en cada dormitorio, salón con chimenea y cocina en cada uno ellos y están dotados con aire acondicionado y calefacción.
Dónde comer
Aguilar cuenta con una cocina bastante sencilla, en la que sobresalen platos como las denomindas «joecas» (patatas en salsa); el estofado de alcachofas, el puré de tomates y huevos o el conejo en salsa. En cuanto a los postres, no hay que marcharse sin probar las merengás de café, los roscos de San Blas , las gachas de mosto, el pan de higo o el «arrope».
• Restaurante La Casona . Típico restaurante andaluz muy bien comunicado, cuenta con un comedor, un amplio salón en el restaurante y un salón para celebraciones, eventos y congresos. Su oferta consiste en una extensa carta de cocina tradicional cordobesa así como asados de carnes, verduras y una serie de postres de elaboración propia, todo ello acompañado de los caldos de la zona y un esmerado servicio.
• Restaurante Guillermo . Es uno de los restaurantes más conocidos de Aguilar de la Frontera y referente gastronómico indiscutible de la localidad. En pleno centro, junto a la Plaza de Las Coronadas. Algunas de sus creaciones estrella son los flamenquines, San Jacobos, crispines o pescaíto frito.
• Mesón El Duende . El enclave de este negocio es espectacular . Se trata de un edificio de 1750 del duque de Medinaceli que, desde hace 200 años, está dedicado al servicio de manduca y caldos para propios y extraños de Aguilar de la Frontera. Las tapas más reputadas del mesón son los revueltos de bacalao con patatas pajas, salmón y setas, la carrillada ibérica al Montilla Moriles, y los rollitos de bacalao dulce.
• Gran Bar . Abre sus puertas en 1974 en Aguilar de la Frontera, y desde entonces, ha apostado por la cocina de siempre . Tanto es así, que algunas especialidades que se servían entonces siguen teniendo su hueco en la carta. Por ejemplo, la cigala de huerta, o el lomo frío.
Qué ver
• Castillo . Este castillo medieval fue declarado Bien de Interés Cultural el 29 de junio de 1985. Las primeras referencias al castillo datan del siglo IX , perteneciendo al área de influencia del rebelde Omar Ibn Hafsún y ubicando en este lugar la plaza de armas y una línea de defensa. Hoy en día solo queda sus ruinas : una torre, las murallas, un foso, el cementerio hoy trasladado y un pequeño anfiteatro.
• Torre del Reloj . Se encuentra situada en el cerro de la Silera, en la plaza de los Desamparados, fue construida entre 1770 y 1774 , durante el reinado de Carlos III. El arquitecto que dirigió la obra fue Juan Vicente Gutiérrez de Salamanca. Está construida en ladrillo agramilado con basamento de arenisca; es una torre exenta, de concepción barroca. Posee dos campanas, una para las horas y otra para los cuartos.
• Plaza de San José . De estilo neoclásico, fue proyectada por Juan Vicente Gutierrez de Salamanca. Comenzó a construirse en 1810 y se terminó en el 1813, en plena Guerra de la Independencia. Es de planta octogonal cerrada , comunicándose con las calles que la rodean mediante cuatro arcos.
• Casas señoriales . El municipio está plagado de casas con fachadas blasonadas e impresionantes portadas . Una de las más antiguas se localiza en la calle Pozuelo y data de 1574. En la calle Arrabal se encuentran algunas casas, una de ellas, del siglo XVII, la ocupó el rey Felipe V a su paso por Aguilar. La contigua a ésta muestra en su fachada unas cadenas que su antiguo propietario, el marqués de Casas-Vargas, mandó poner equivocadamente sin derecho para simbolizar el asilo concedido por Carlos III al dueño de la casa vecina. Su fachada, toda de pie
dra, está fechada en 1670 y ostenta el escudo de los Spínola.
• Iglesia del Hospital . Situada en Aguilar de la Frontera, el origen de la Iglesia de la Concepción debe vincularse a la primitiva ermita de Santa Brígida y al Hospital de Caridad (siglo XVI). A comienzos del siglo XIX, se reedificó siguiendo el estilo neoclásico. Precisamente, buena prueba de este gusto sería su elegante torre de tres cuerpos, que no se terminó hasta 1982. El tempo fue restaurado en el año 2005.
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Un recuerdo
Un buen recuerdo de la visita puede ser cualquiera de los deliciosos dulces que se venden en sus confiterías, como las llamadas «brevas», un postre que está hecho con bizcocho, crema y chocolate; los canutos, las ya citadas merengás de café, los cortadillos de sidra o los tocinillos de cielo.