CRÓNICAS DE PEGOLAND
Esas criaturas con trajes de torero
Las despedidas de soltero han llegado para quedarse con su liturgia. El Magaluf de los futuros contrayentes está aquí
Debe ser alguna influencia anglosajona, que siempre es maligna , que ya no se puede tomar una caña tranquilamente sin la presencia de un joven disfrazado , de torero mayormente, o un grupo de muchachas que tienen al centro de la celebración de una guisa curiosa. A ellos, insisto, se les reconoce en muchas ocasiones por la cuestión del travestismo en la elección del disfraz. A ellas, constato, por su querencia por colocarse en la frente diademas, vibradores o diademas realizadas con vibradores. Por lo que parece, la despedida de la soltería se ha convertido en un nuevo nicho de mercado del despendole que consiste en largarse a una ciudad cercana para liarla parda desde el momento en el que el grupo pone los pies en el AVE . Y, como en Córdoba tenemos estación, pues nos ha tocado.
Se ve que ya han pasado esos días que la despedida de soltero o soltera se celebraba, si es que se llegaba a celebrar, con una cena acompañada de espectáculo de estriptís para ellas o unas copas y una fugaz visita al lupanar para ellos. Mayormente, para sacarle los colores al compareciente ante la encerrona. Ahora la fiesta tiene que ser visible, global, a ojos del mundo. Que se pierda el recato que impera en lo cotidiano para alcanzar un grado etílico que permita hazañas lo suficientemente relevantes como para ser olvidadas con la primera dosis de ibuprofeno de la mañana. Constato como hipótesis que «Resacón en Las Vegas» tenga algo de culpa en esto que le pone los pelillos de punta a personas de buenas costumbres, honestas y honradas, aunque el clásico peninsular, fetén, sea «Airbag» .
Los hoteleros cordobeses han denunciado la generalización de «un turismo de mala calidad y de despedida de soltero» que es lo que, dicen, impera en la ciudad. Y los vecinos del Casco llevan meses reclamando medidas para paliar las molestias que estas reuniones de amigotes generan en algunas de las casas. Hasta el gobierno municipal se ha pronunciado al respecto. El primer teniente de alcalde y responsable de Turismo aseguró recientemente que se van a tomar medidas contra la proliferación de alquileres turísticos porque fomentan la visita de las despedidas de soltero. Este tipo de fiestas acaban de ocupar el lugar tradicional del mochilero en la cadena trófica del turismo.
El Magaluf de los futuros contrayentes, al parecer, se encuentra entre nosotros. Y esos simpáticos muchachos y muchachas que vienen a dejarse la pasta en cubalibres en un momento tan señalado de sus vidas merecen que alguien los rehabilite a ojos de la sociedad. Vale que no está bonito pero respetemos incluso a los que deciden pasearse por la ciudad con el atavío del bombero torero. Que ese echarle fango, esa campaña de acoso y derribo, pues que tampoco pega con la ciudad de las personas, de las sonrisas, de la tolerancia y de las culturas .
