Sanidad
El equipo de cuidados paliativos del Área Sanitaria Norte de Córdoba cumple 15 años
El hospital de Pozoblanco ilustra con imágenes la labor de este servicio para dar a conocer su importancia y derribar falsas creencias
El Área Sanitaria Norte celebra este año los quince años del equipo de cuidados paliativos, es por ello que las paredes del Hospital Comarcal Valle de Los Pedroches lucen durante estos días imágenes que intentan plasmar el día a día de los profesionales que conforman este equipo con el único reto de poner en valor un trabajo que no siempre goza de reconocimiento por culpa de los tabúes y las concepciones erróneas. Hablar de cuidados paliativos en el Área Sanitaria Norte es hacerlo de Beatriz Mellado (médica), María del Carmen González (enfermera) y José María Martín (psicólogo), pero es hablar también de profesionalidad y de una profunda humanidad.
Los tres son conscientes de que su trabajo, tanto en Hospital como en domicilios, no reporta alegrías continuas ni mucho menos diarias, pero abordan esa rutina con el convencimiento de que su labor mejora la calidad de vida de personas que se encuentran en una situación extrema. Entre las máximas que impregnan ese trabajo aparecen el respeto ante las preferencias y voluntades del paciente; desechar el «ya no hay nada más que hacer»; y por entender también que la diferencia entre el profesional y el paciente se establece en apenas una pequeña línea marcada por la suerte.
La evolución de los cuidados paliativos a lo largo de estos tres lustros se observa en dos vertientes , en el propio trabajo y en la formación que los profesionales han ido adquiriendo, ofreciéndosela también a residentes y a compañeros de Atención Primaria, pero también en el volumen de pacientes que se benefician de los cuidados paliativos. «Inicialmente tan sólo eran derivados pacientes oncológicos, pero ya tratamos con pacientes con enfermedades avanzadas, sin posibilidad de tratamiento curativo, pero sí paliativo, de alivio sintomático. Esto provoca que se beneficie un mayor número de pacientes», afirma González.
Según las cifras, el equipo de cuidados paliativos atiende, tanto en Hospital como en domicilios, a más de 200 pacientes al año en todo el Área Sanitaria Norte. Eso habla de la importancia de su labor, pero también de lo limitado de los recursos y aquí el sistema es el que tiene que actuar.
Un trabajo interdisciplinar
Los profesionales también señalan la falta de formación reglada en el currículo universitario como clave para colocar a los cuidados paliativos donde deben de estar, como especialidad propia. Esa formación, puntal indispensable para el profesional, tendría su consecuencia directa también en eliminar las ideas preconcebidas que existen sustentadas en los tabúes que socialmente hay sobre la muerte y estar «en una sociedad donde la medicina está muy enfocada a la curación y a la prevención , no a abordar el final de la vida». «Hay muchas carencias, es un derecho que tiene cualquier paciente, pero la práctica nos dice que no se llega a todos los pacientes. Es cierto que no todo el mundo necesita cuidados paliativos, o cuidados paliativos por un equipo especializado, pero paliar no es abordar solo la sintomatología, es cuidar, acompañar y sostener », explica José María Martín.
Abordar los cuidados paliativos es hablar de una cuestión médica que necesita un abordaje interdisciplinar que no implica tan sólo a este equipo, sino también al equipo de Atención Primaria o del Hospital. Es por ello que la derivación a este equipo y sus tiempos resultan esenciales para un correcto abordaje . «Aquí aparecen otras ideas erróneas, parece que solo atendemos a pacientes moribundos, desahuciados , y para nada es así. Atendemos también a pacientes con un diagnóstico muy temprano que nos permite tener un largo recorrido para trabajar sobre el impacto de la enfermedad, la sintomatología, los duelos que van surgiendo. Si se atiende precozmente, el paciente va a tener una mayor calidad de vida y a nosotros nos va a permitir implicarnos desde mucho antes», explica Mellado.
En este punto, su compañera incide en esa derivación temprana para respetar al máximo los deseos del paciente porque «el tiempo nos permite abordar el tema de las voluntades anticipadas , que el paciente en su autonomía decida qué es lo que quiere, hasta qué punto quiere seguir avanzando».