Entrevista
Rafael Escobar: «Gibraltar me dará la opción de la Champions, pero me iría al Córdoba CF»
El técnico cordobés ha conquistado la Liga con el Europa FC sin perder ningún encuentro
El cordobés Rafael Escobar Obrero puede presumir de ser el campeón de la Liga de Gibraltar . Y lo ha hecho a lo grande, pese a que la crisis del coronavirus le haya impedido hacerlo en el terreno de juego. Su equipo, el Europa, es uno de los cuatro del continente que no conocían la derrota junto a Ludogorets, Olympiakos y Maccabi de Tel-Aviv. Este título le abre la opción de disputar una Liga de Campeones, pero Escobar sigue pendiente en la distancia del Córdoba, que no deja de ser un sueño en su carrera.
—¿Cómo lleva el confinamiento?
—Con el paso de los días se hace más difícil. Intento estar entretenido y con la mente funcionando. Estoy en contacto diario con el club para que nada se pare. Desde mercado hasta partidos. Ver lo que hemos hecho bien y lo que también hemos hecho mal. La salud es lo primero y lo otro ya vendrá.
—¿Que siente al saber que ya ha ganado una Liga?
—Estoy muy contento. Es un trabajo que empezamos por junio para preparar la previa de Europa league y la Supercopa de Gibraltar. Han sido muchos meses para mantener una regularidad y hemos acabado invictos, los máximos goleadores y los que menos hemos recibido. Hemos echo bastantes cosas bien: satisfecho por la plantilla, cuerpo técnico, colaboradores y dueños. Di un paso del que no me arrepiento cuando me salió la oportunidad y dejé a Los Barrios. Vine para quitarle la hegemonía al Lincoln, que era el que mandaba en Gibraltar, aunque para eso se necesita mucho más. Ganamos la Copa la temporada pasada y empezamos ésta con la Supercopa.
—De Tercera a jugar la previa Champions en un año.
—Cuando tomé la decisión, quería tener la posibilidad de dirigir partidos de Champions. Y ahora se me presenta la oportunidad, lo mismo que la temporada pasada pude hacerlo en Europa League. Ahora he tenido más tiempo para hacer un equipo acorde a lo que creo y lo que pienso. Desde fuera se puede pensar que es una Liga fácil, pero tiene sus connotaciones. Tan complicada como cualquier otra competición y muy abierta.
—¿Deberían parar la competición en el resto de países?
—Eso es más complicado decirlo con rotundidad. Está claro que lo primero es la salud. Pero si se dan la circunstancias y seguridad, deberíamos terminarlas y convivir con éste virus. Entre los test y la responsabilidad de todos, creo que podríamos...
—Hay profesionales del fútbol que han hablado de «miedo» con la vuelta al trabajo.
—Pienso que el confinamiento se hizo porque se sobrepasó el tema de las estancias en las UCI y hemos visto que con el paso de los días hemos mejorado en datos. El problema es el tema de los test. Yo no sé si tengo el virus o si lo he pasado. Hay que darle normalidad al asunto. Si dicen de volver es porque entienden que se puede hacer y tenemos garantías. El fútbol es un deporte de contacto, pero en los últimos partidos ya no se saludaba a los contrarios y se tomaron precauciones.
—¿Qué haría si le llamara el Córdoba para dirigirlo?
—Es el sueño de cualquier cordobés. Me iría corriendo y sin coger el coche. En 1998 me llamó la Balona, a la que debo mucho, y me viene por aquí. Siempre he tenido la espinita de no haber podido. Siempre se han buscado entrenadores de fuera de Córdoba por vistosidad. Pero si tengo la opción de verlo, voy. Este año he tenido la oportunidad de verlo muchísimo y más porque estoy al día de Segunda B. Ya dije cuando despidieron a Martín que llamaran a un cordobés, porque iba a sentirlo más y creo que le sacaría provecho al sentimiento. Por supuesto, siempre que se tengan conocimientos. Sólo se acuerdan de los cordobeses cuando hay problemas económicos.
—¿Qué evaluación le hace?
—El Córdoba era favorito para estar en el play off. No digo plaza, porque este grupo es muy complicado. Fuera de casa ha sido irregular y se le ha notado mucho; le perdieron el respeto. Creo que se iba a meter entre los cuatro primeros y en un play off habría pesado su nombre. Ojalá pueda aún.
—¿Extradeportivamente tiene cura?
—Hay que confiar en la gente que ha llegado. Al principio, siempre es así. Creo que falta paciencia y un modelo de club. Merecería tener otra cosa, pero su realidad es la de un equipo de Segunda B y no siempre con dinero se consiguen las cosas.
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