Municipal

Entrevista al alcalde de Córdoba|«No voy a esperar a que lleguen ayudas del Estado mientras la gente sufre»

José María Bellido cree que las restricciones están empezando a dar frutos sanitarios

El alcalde, en su despacho de Capitulares Fotos: Valerio Merino / Vídeo: Álvaro Carmona

Rafael Ruiz

El alcalde de Córdoba, José María Bellido , ha cerrado en los últimos días un acuerdo casi unánime sobre el reparto de remanentes y visto como se decretaba un semiconfinamiento de la ciudad. En su despacho, repasa los datos de contagios en los que cada punto menos es un logro y cada fallecido una pesadumbre. La salud y la economía, monta tanto, su principal tema de conversación.

Aquí estamos. Casi igual que en el confinamiento.

Ese «casi» es importante. A partir de mediados de octubre, en toda Andalucía y en toda España, cuando la curva de contagios parecía que atravesaba una meseta lo que hizo es dispararse. En Córdoba, si la Junta y el Ayuntamiento no hubiésemos tomado medidas, yendo un pasito más allá, en el puente de los Santos nos hubiésemos ido a una tasa de incidencia de 1.200 por cada cien mil habitantes con 200 casos diarios nuevos. Con toda la prudencia, porque el virus es un misterio, los datos de los últimos días son distintos. Estamos por debajo de cien casos diarios nuevos . Aunque hemos tenido que tomar medidas (más casos son más muertas), nuestra situación es mejor que otros lugares como Granada que tienen cierren total. En tres semanas o un mes, cuando las medidas den fruto, podamos volver a la situción anterior. Mi esperanza es que podamos tener una Navidad con una cierta normalidad. No será la Navidad del año pasado pero sí algo parecido a lo que hemos tenido hasta San Rafael.

Es decir, con comercio y hostelería pero con restricciones.

Y con reuniones familiares, que es muy importante. Todo esto es muy aventurado. La sensación de las autoridades sanitarias es que hay un grifo. Si lo abrimos, tenemos más economía pero más contagios. Si lo cerramos, da resultado pero es muy malo para la economía. Mientras no haya vacuna , sobre todo en invierno (con gripe y Covid, a la vez), tendremos subidas y bajas con una gran dificultad: cuándo abrir el grifo y hasta dónde. Ni el mejor equipo de expertos, como el de la Junta, cuándo hacerlo. Sí creo que, si hay restricciones, tienen que llegar ayudas del Estado. Cada vez que restringimos, llueve sobre mojado de pequeños empresarios y autónomos que llevan un 2020 terrible.

Bellido se prepara un café en la cocina de Alcaldía Valerio Merino

¿Se volverían a celebrar hoy eventos como los Patios?

Sobre los eventos culturales, sí. No han generado problemas. Si vamos a lo que vamos, los Patios, se hicieron controles PCR antes, durante y después. No hubo ningún positivo de controladores, propietarios ni cuidadores (5:36). Tampoco brotes. Qué pasó en ese puente festivo. Un incremento tremendo de la movilidad en toda España. Córdoba, Granada y Sevilla tuvimos una ocupación altísima, No así Madrid que ya tenía restricciones. Los eventos son seguros. Sanidad no dice que el 60% de los contagios llegan en ambientes sociales y familiares. No vienen en otros ámbitos. ¿Qué medidas se toman? Restringir la movilidad general. Es lo que ha pasado en la Universidad. Las clases on line no persiguen reducir los contagios en el aula sino en los eventos sociales y de amistad de las personas jóvenes que llevan asociadas. Lo que ha pasado con los Patios es una falacia «post hoc ergo propter hoc» (ha pasado después, por lo que es su causa).

¿Le sugirió la Junta que adelantase el nivel de alerta 4?

Durante todos esos días, tuve unas conversaciones muy intensas con la Consejería de Salud porque veíamos un incremento fuerte de casos. Creo que fueron 201, 256 y 227 al día. Los datos eran terribles. Teníamos una alerta 3 porque la ocupación hospitalaria no era dramática. Desde el Ayuntamiento, decidimos autorregularmos para evitar contagios y para mandar un mensaje: había que ir un paso más allá. Afortunadamente, esa concienciación parece —insisto, parece— que va dando resultados.

Hosteleros y comerciantes han tenido ya protestas. Los mensajes de «juntos podemos» ya no funcionan.

Es que no valen . En un acto en verano con inversores, y lo dije en mi partido, de que son precisas ayudas directas. En el primer estado de alarma, tuvimos dos meses con todo cerrado. Hemos perdido la mejor época del turismo y, cuando empezábamos a respirar en otra época buena —el otoño—, vienen medidas de restricción horaria o cierre. Tienen que llegar ayudas directas del Estado por solidaridad e igualdad entre españoles. La situación económica municipal no es mala pero hay ayuntamientos que están peor como Granada y mucho mejor como Pozuelo de Alarcón. Cada alcalde llegará donde pueda. Y entramos en una carrera peligrosa, la de compararnos entre ciudades. Creo en las autonomías y en la administración local, pero si hay cierres tiene que llegar ayudas de Estado como en Alemania o Francia. Desde las comunidades y ayuntamientos, completaremos si podemos. No voy a esperar a que esto pase porque la gente lo pasa fatal, cierra y despide. Iremos por delante y, con nuestros límites, llegaremos donde podamos. Cinco millones de euros es un parche pero nos permite predicar con el ejemplo. No voy a esperar. Habrá ayudas en forma de salvavidas para ayudarles a aguantar.

«Con las ayudas, iremos por delante hasta donde podamos llegar»

—Quinientos euros de media, lo sé. Que salen de nuestros ahorros. No nos ha llegado ni un solo euro del Estado, ni para el transporte público. Nos quedan 17 millones y con eso tenemos que atender a los negocios y a las ayudas sociales de quien no tiene ni empleo. Tenemos que sostener a las empresas públicas. Aucorsa pierde todos los meses 600.000 euros más de lo que ya perdía y los autobuses tienen que seguir en marcha. Y la ciudad tiene necesidades. Las inversiones pueden movilizar empleo. Ese es el problema de que seamos los municipios los que tengamos que dar la cara. Pozuelo tiene cien millones de remanentes. Daremos, con humildad, lo que tenemos. Quiero que esas ayudas compensen, al menos, lo que se pagaba en impuestos y tasas locales. Más o menos. Tenemos que devolver el esfuerzo. Y que se sepa: por ley no podemos quitarle el IBI a nadie.

¿Cómo saldrán esas ayudas sin que vuelva a la gente loca a papeles?

Vamos a intentar que las ayudas sean objetivas . Determinados sectores tienen una bajada más pronunciada. Otros sectores han dejado de trabajar o han cerrado durante meses. Si legalmente nos dejan, quieremos que solo se tenga que acreditar esa situación objetiva. Haber tenido que cerrar y estar en esa situación de menos ingresos. Es de sentido común pero ha de concordar con la ley.

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