MEDICINA
Enrique Aranda, el oncólogo que busca el mejor fármaco contra el cáncer en Córdoba
Sus estudios buscan desvelar qué polimorfismos genéticos hacen que unas personas tengan mejor respuesta al medicamento
«La investigación es cuestionarte lo que tienes delante ». Lo dice el doctor Enrique Aranda , catedrático de Universidad en la Facultad de Medicina y jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital Reina Sofía, convencido de que esta premisa en Oncología es fundamental, porque si no no se habría progresado. Este oncólogo cordobés defiende, y lo lleva haciendo desde que puso su primer pie en el hospital —en 1979—, que «hay que demostrar qué fármacos son mejores que otros y que para ello el ensayo clínico es una herramienta fundamental». Estas palabras del doctor Aranda resultan más que clarividentes para entender el porqué de su afán investigador y para situarnos en el contexto de su último trabajo, titulado « CTS-234 Nuevas terapias de cáncer ».
El grupo de investigación que lidera el doctor Aranda, con 13 personas, analiza «los marcadores biológicos para que podamos identificar a aquellos pacientes que se van a beneficiar más del tratamiento respecto a otros que no tienen esos marcadores». Lo está haciendo además en el contexto del tratamiento antiangiogénico, que, como explica él mismo, son «unos fármacos que actúan contra la formación de nuevos vasos sanguíneos , que es algo que produce el tumor y que le es necesario para el crecimiento y la capacidad de dar metástasis a distancia».
Éste es el fin último que persigue la investigación «CTS-234 Nuevas terapias de cáncer»: «Intentar controlar la respuesta de los tratamientos a los tumores ». De esta forma, insiste el facultativo.
Aranada no es el primer investigador que se ocupa de esta materia. Detrás de ello hay grandes y potentes laboratorios, pero el grupo que lidera Aranda sí es pionero en estudiar que «hay una serie de polimorfismo genéticos que cuando aparecen en unas personas tienen más posibilidades de responder que otros».
Aranda, y su equipo de trabajo, se encuentran ya en el siguiente escalón de la investigación, que consiste en hacer un trabajo prospectivo. Para ello, han incluido a pacientes reales desde finales del pasado año. En total, 110 pacientes de toda España y todo ello coordinado desde Córdoba.