QUEJA DE UNA FAMILIA
Una enferma de esclerosis «a la deriva» en Aguilar de la Frontera: el SAS le quita el tratamiento por su edad
La familia de una paciente alerta de que le han retirado el fármaco que recibía sin darle una alternativa al cumplir 55 años
La salud de Teresa Muñoz , que padece esclerosis múltiple primaria progresiva, se va degradando desde febrero. Fue entonces cuando dejó de recibir el tratamiento de Ocrelizumab con el que estaba contando desde hacía dos años. El único argumento esgrimido tanto por parte del servicio de neurología como de la dirección médica del hospital Reina Sofía de Córdoba es que este medicamento sólo se puede aplicar a menores de 55 años.
A Teresa se le comenzó a administrar cuando ya contaba con 60 . Así lo explican su hija , Teresa Castro, y su yerno Alejandro Nieto. No alcanzan a entender cómo después de haber recibido varias sesiones con este tratamiento durante dos años se lo corten de un día para otro esgrimiendo que «el informe de posicionamiento sobre el Ocrelizumab indica que sólo puede suministrarse hasta los 55 años».
Durante esos dos años la mejoría fue más que notable ganando mucha independencia en sus movimientos que había perdido desde 2017 cuando le diagnosticaron la enfermedad.
Desde febrero pasado comenzó un auténtico calvario para esta familia aguilarense. A las dos semanas de la supresión «nos cita uno de los neurólogos en el centro de Salud Carlos Castilla del Pino para decirnos que deja de recibir el tratamiento porque es mayor de 55 años y que ya nos veremos el año que viene para la revisión». La familia de Teresa quedó incrédula ante esta afirmación porque era « dejar a una enferma a la deriva pese a haber demostrado ya que el tratamiento que recibía era muy beneficioso».
Desde Neurología expresaron que podría tantearse otro medicamento llamado Rituximab que no es específico para esta esclerosis pero podría tener algún efecto sobre la enfermedad. Añadieron que «no es el que mejor va para esta tipología de esclerosis», según apunta la familia. Este tratamiento tampoco ha sido suministrado . Con la impotencia más absoluta continuaron intentando buscar una solución y una explicación a esta situación. Tras varios intentos y con la pandemia de por medio consiguieron reunirse a principios de diciembre con el director médico del hospital Reina Sofía de Córdoba y con la subdirectora de la comisión de farmacia. «Nos dijeron -explican- que existen tanto motivaciones clínicas como otras derivadas del informe de posicionamiento que impide aplicarlo a mayores de 55 años».
La familia ha recibido el asesoramiento de la Asociación de Esclerosis de Córdoba. Los servicios jurídicos de estos colectivos entienden que el decreto regulador permite establecer excepciones para su aplicación como uso alternativo en casos que, como el de Teresa Muñoz, no exista ningún otro tratamiento específico para la enfermedad. La familia asegura que duele mucho más «que para otros tipos de esclerosis no haya limitación de edad en el tratamiento y que el mismo tipo de esclerosis que padece mi madre se esté tratando con Ocrelizumab».
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