OCIO

Empresarios y vecinos colisionan en la Ribera de Córdoba por la hostelería

Los primeros rechazan que haya saturación de negocios y los residentes sí la aprecian, denunciando ruidos, sobre todo

Imagen de una terraza en la Cruz del Rastro, junto a la Ribera Á. Carmona

Baltasar López

El proyecto de un centro de ocio en el solar de la Cruz del Rastro ha avivado el debate sobre si la Ribera , de Córdoba, ésta saturada de hostelería . Los vecinos creen que ya hay un exceso de actividades de este tipo y los empresarios rechazan ese análisis, según las opiniones recabadas por ABC.

El Consejo del Movimiento Ciudadano ha señalado que lo previsto en la Cruz del Rastro , según «la licencia que han pedido» sus promotorescara a su construcción, es un complejo hostelero, con «dos restaurantes y cuatro bares con música» . Los impulsores de la iniciativa advertían la pasada semana en ABC que no se puede dar por hecho que el futuro edificio albergue locales de copas , porque sólo es una posibilidad . Indicaban que, por ahora, se han interesado por instalarse allí una cafetería, una heladería y una agencia de viajes . La autorización para que se acometa sigue tramitándose en Urbanismo, y han alegado en contra la asociación vecinal La Axerquía y vecinos particulares.

Antes de conocer a fondo las opiniones de empresarios y hosteleros, hay que poner sobre la mesa los datos de la mera observación visual. Entre Ronda de Isasa y el Paseo de la Ribera (hasta la altura del restaurante La Tinaja) -unos 500 metros-, así como en espacios que desembocan en ella (Cruz del Rastro o Enrique Romero de Torres), hay 32 locales . Tienen actividad 28.

De los citados 28, 23 (un 82% ) son de hostelería y suman 216 mesas en la vía pública -no todos montan terraza-, según el análisis de ABC a pie de calle. De esos 23, cuatro pueden considerarse locales de copas , con Sojo Ribera como gran referente, pues es un nombre propio del ocio nocturno de la capital.

Son datos que conoce por propia experiencia Rafael Galán, portavoz de la comunidad de propietarios de la calle Amparo 5-7 , colindante con el polémico solar de la Cruz del Rastro. A primeros de octubre, pidieron que la Ribera sea declarada Zona Acústicamente Satura (ZAS) , por la «masificación» de negocios de hostelería. Se lo demandaron, sin éxito, a la alcaldesa, Isabel Ambrosio, y el edil de Urbanismo, Pedro García -con este último intentó contactar ABC sin éxito-. Una ZAS impide abrir negocios de hostelería o limita sus horarios.

Varias personas pasan debajo de un cartel de protesta de los vecinos por los ruidos A. C.

Galán matiza que « no es lo mismo un restaurante , que también generan su ruido, que un discobar ». «Hablamos de una zona donde cinco negocios no son de hostelería. ¿No pueden quitar los que hay? Pues, que no aumenten. Y no queremos más discobares. Ya tenemos algunos», reitera.

Zona de copas

En el Movimiento Ciudadano , su presidente, Juan Andrés de Gracia , es rotundo: « La Ribera es un espacio saturado de bares y restaurantes , con lo que el nuevo complejo es una barbaridad». Denuncia que es « una zona de copas , que puede seguir aumentando aún. Queremos pararlo». La solución, a su juicio, pasa por «hacer cumplir las ordenanzas vigentes», pero advierte de la falta de Policía Local o inspectores de Urbanismo para ejecutarlas.

De vuelta al río , un residente a la orilla del Guadalquivir , José Francisco Armenta, lo tiene claro: « Sí veo este espacio saturado de hostelería y eventos, porque todo se lo traen aquí». En cuanto al ruido, avisa que «lo vivo los jueves, viernes y sábados», porque su dormitorio da a la Ribera, a pie de calle. «Siento las peleas. las discusiones o los grupos», añade. Cree que el Ayuntamiento debería «limitar que haya más locales tipo pub».

Un vecino: «La Ribera está saturada de hostelería. Siento en mi dormitorio el ruido, peleas y discusiones»

Seguir el curso del Guadalquivir es toparse con una figura peculiar, la de Rafael López , porque es a la vez dueño de la taberna El Pimentón y vecino . Como empresario, le «beneficiaría» que se abriera un complejo hostelero, porque llevaría allí más gente, pero, «como vecino», sostiene que «éste es un espacio saturado los fines de semana». «Por las mañanas, las calles estrechas amanecen con olor a orines, vasos de plástico o botellas rotas», reflexiona y añade que «hoy tenemos el Sojo Ribera», pero, si se pone en marcha el citado complejo hostelero, «el problema se agrava y bastante».

ABC pidió sin éxito al Consistorio las cifras de multas de Policía por ruidos , beber en la calle o miccionar en la vía pública en este espacio. Al hablar con los hosteleros, el análisis es opuesto.

El gerente de la taberna Del Río, Rafael Gavilán , defiende que, si la norma permite el proyecto de la Cruz del Rastro, «los promotores están en su derecho de hacerlo ».

Sojo Ribera, uno de los locales de referencia del ocio nocturno de Córdoba Á. Carmona

«No se trata de que haya muchos o pocos negocios allí -reflexiona-. No soy partidario de poner límites . Las zonas se autorregulan por oferta y demanda». Sostiene que hay que «entender al vecino que se sienta incómodo, y evitar al máximo los ruidos». Pero, alega, los negocios tienen «autorización municipal» para montar sus terrazas, «sin las que, a lo mejor, no tendríamos el personal que tenemos. Es que la hostelería es una de las principales industrias de la capital». «No creo que sea un enclave que sufre especialmente problemas de ruido por bares y restaurantes», apunta y defiende que estos negocios «han conseguido que la Ribera sea transitable, cuando hace no mucho no lo era a partir de una hora».

«La lógica es que esta zona termine con más negocios de hostelería», sostiene el dueño de La Regadera

En La Furgoneta , su jefa de cocina, Estefanía Flores , se posiciona igual. «La Ribera no está saturada de hostelería» , teniendo en cuenta que «es la principal área turística de Córdoba o que los negocios no ocupan doble calle». Sí admite que se genera «mucho ruido». Pero matiza, porque, avisa, hay «unos horarios de terrazas, hasta las dos, que se cumplen a rajatabla». Y alega que el grueso de la actividad de los veladores es en fin de semana y verano.

Dar unos pasos para llegar al restaurante La Regadera da oportunidad de hablar con su dueño , Adrián Caballero, pero no de cambiar de discurso. Él considera, incluso, que la Ribera está «aún por explotar». «La lógica es que esto termine con más negocios . En un futuro, el otro lado del Guadalquivir también terminará siendo zona de hostelería », ya que, argumenta, en las urbes con intensa actividad de turismo, «la zona turística por excelencia es la del río, si lo tiene esa ciudad». Los hosteleros rechazan, por último, que se considere la Ribera una zona de copa

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