TURISMO

Empresarios y oposición rechazan la tasa turística en Córdoba y piden combatir la caída de viajeros

Creen que Córdoba no sufre los problemas de «turistificación» de otras ciudades y que debe centrarse en mejorar su oferta

Colas de turistas a las puertas de la Mezquita-Catedral ÁLVARO CARMONA

Irene Contreras

El debate sobre la pertinencia de aplicar una « tasa turística » en Córdoba se ha topado con el esperado rechazo por parte de los sectores hotelero y hostelero, que consideran inconcebible que se empiece a hablar de recaudación antes de resolver los problemas de un sector que no atraviesa el momento más dulce tras los últimos datos que reflejan una caída en el número de viajeros.

Las críticas de los profesionales del sector de la hostelería y el turismo coinciden en una cuestión básica: plantear la aplicación de una tasa turística en una ciudad con las características de Córdoba es empezar la casa por el tejado. El impuesto para visitantes no solucionaría problemas como la estacionalidad del turismo , el escaso gasto medio o el bajo índice de pernoctaciones , que son los que de verdad perjudican a la ciudad. Córdoba se masifica, sí, pero sólo unos días al año. Hay mucho por hacer antes de pensar siquiera en empezar a cobrar un impuesto, por simbólico que sea, a los visitantes que llegan a una ciudad que si se mantiene como bastión turístico es por su generoso patrimonio y no por el esfuerzo de las administraciones para explotar sus posibilidades.

El presidente de Hostetur , Francisco de la Torre, considera que un impuesto de estas características tendría sentido si se aplicara exclusivamente a los visitantes que salen más caros a la ciudad: los excursionistas que llegan en autobuses turísticos, que no pernoctan ni hacen apenas gasto y, tras conocer la ciudad, se van por donde han venido. «Eso se podría negociar», afirma, tras recordar que los centros homologados «ya pagan sus tributos» y no sería adecuado hacerles pagar más.

Por su parte, el líder de Córdoba Apetece , Alberto Rosales, considera que es «una barbaridad» hablar de esta tasa para una ciudad que ni siquiera tiene un plan de promoción turística en marcha. «Si el día de mañana tenemos una tasa de ocupación del 80 por ciento como otras ciudades podremos empezar a hablar» de cobrar a los visitantes, afirma Rosales. Hasta entonces, hacerlo será «una broma de mal gusto».

Esta tasa, además, despierta desconfianzas por tener un carácter eminentemente recaudatorio. «Aún no sabemos a qué iría destinado el dinero de ese impuesto», afirma el presidente de la Asociación de Empresarios del Hospedaje de Córdoba ( Aehcor ), Alejandro Navarro, que rechaza la idea de crear una tasa que sólo sirva para recaudar por recaudar. En la misma línea se expresa De la Torre, que cree que, de llevarse a cabo, ese dinero no debería caer al pozo de las arcas municipales sino revertir directa y exclusivamente en mejoras del turismo.

El presidente de Hostetur apunta además a la desigualdad de condiciones en la que enfrentarían las distintas provincias andaluzas la batalla turística si sólo Córdoba decidiera aplicar la tasa. Una cuestión, recuerda, que el propio presidente del Imtur , Pedro García , ya puso de manifiesto el año pasado cuando criticó que la Junta de Andalucía dejara en manos de los gobiernos locales la aplicación de esta medida, condenando a los municipios a competir entre ellos.

PP y Ciudadanos, en contra

Se trata de un argumento que sostiene también el PP . Su portavoz municipal, José María Bellido , cree que la tasa turística es una pésima opción porque situaría a Córdoba «en desigualdad para competir con las ciudades de su entorno». Además, considera que se trata de «un debate artificial y electoralista » ya que queda un año para aprobar las próximas ordenanzas fiscales.

Al margen de las competencias están las dudas sobre cómo se cobraría la tasa. La fórmula parece clara para alojamientos reglados: el cliente paga la tasa en recepción y el establecimiento se encarga de ingresarlo al Consistorio. Sin embargo, la idea del Ayuntamiento va más allá: quiere gravar a los excursionistas y a los que van a apartamentos no regulados. El portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, David Dorado , se pregunta cómo va a cobrar el Imtur la tasa en alojamientos irregulares que ni siquiera tienen presencia a nivel fiscal. A su juicio, lo que necesita el turismo en Córdoba no son más palos en las ruedas, sino levantar el vuelo con una oferta de calidad. La apuesta por el turismo congresual o el deportivo, afirma, permitiría aportar valor añadido a la ciudad diversificando sus atractivos, pero requiere de inversiones .

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