TITULARIDAD Y GESTIÓN
Las elecciones, o el guión de la campaña por la Mezquita-Catedral
La proximidad de los recientes comicios europeos, autonómicos y municipales radicalizan las posturas contrarias a la Iglesia
LAS recientes convocatorias electorales han sido claves en la polémica por la titularidad de la Mezquita-Catedral, sobre todo porque la plataforma que defiende que el templo deje de estar gestionado por el Cabildo ha aprovechado el avivamiento del debate político previo a la cita con las urnas para meter el asunto en campaña. Y los candidatos de Izquierda Unida y del PSOE no han tardado en recoger el guante, cuando no en ir por delante de los postulados contrarios al mantenimiento de los derechos y títulos de la Iglesia sobre el principal monumento de la ciudad. Un ejemplo claro acontece en la actualidad, cuando en puertas de los comicios generales del 20 de diciembre la Junta de Andalucía, gobernada por el Partido Socialista, pone trabas a la segunda puerta de la Mezquita-Catedral amparándose en el informe de Icomos.
Elecciones europeas
La cita electoral europea de mayo de 2014 estuvo precedida de una decisión del Gobierno andaluz que situó a la Mezquita-Catedral en su agenda de temas prioritarios. Ocurrió en febrero de 2014, cuando encargó un estudio jurídico para ver si era competente para pedir la titularidad pública del templo diocesano. En ello tuvo que ver la hoy alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, entonces delegada de la Administración autonómica en la provincia, y que llegó a declarar en ese momento que si el documento concluía que el Ejecutivo andaluz era competente en la materia, «hará todo lo que tenga que hacer para que el histórico monumento sea de titularidad pública».
La Junta empezó a actuar a instancias de la plataforma creada en internet
La propia Ambrosio precisó meses después de que las conclusiones del informe no se iban a hacer públicas. La Junta actuaba, hay que recordarlo, a instancias de una plataforma surgida en el portal de internet change.org y que reunió 81.000 firmas.
La plataforma «Salvemos la Mezquita-Catedral» se fajó también en las semanas previas a los comicios europeos. Baste un ejemplo: el 13 de febrero aparecía en el perfil de la red social Facebook de la Asociación Kala Córdoba, una oenegé creada en el año 2005 y dedicada a la atención e inserción sociolaboral de inmigrantes y presidida por Miguel Santiago Losada, docente erigido como portavoz de la plataforma «Salvemos la Mezquita-Catedral», un mensaje contundente. Era éste: «Necesitamos la máxima difusión para que se le deje de llamar institucionalmente sólo Catedral; se declare su titularidad pública; se gestione de forma transparente y neutral; y se elabore un código de buenas prácticas». Se da la circunstancia de que el gobierno andaluz (entonces de IU y PSOE) dio 32.000 euros a esta plataforma.
Autonómicas y municipales
Los diez meses que transcurrieron entre las europeas y las autonómicas de 2015 —solo dos meses después se celebraron las municipales— fueron determinantes para que la ofensiva en contra del Cabildo se recrudeciera. Izquierda Unida fue la formación más beligerante, ya que rozó la provocación, si es que no la consumó en noviembre de 2014, cuando Pedro García (entonces delegado de la Vicepresidencia de la Junta en Córdoba) se trajo a los números uno de su formación a nivel nacional, Cayo Lara, y andaluz, Antonio Maíllo, al Patio de los Naranjos sin pedirle autorización al Cabildo para reclamarle a la Iglesia que «vuelva al pueblo lo que es del pueblo».
Cuando el órgano gestor de la Catedral se quejó IU respondió con que la zona descubierta del templo era «un parque público». Llovía sobre mojado, porque once diputados de Izquierda Plural acababan de firmar la presentación de «un recurso de inconstitucionalidad» contra la Ley Hipotecaria para lograr revertir las inmatriculaciones de «bienes públicos» que ha hecho a su nombre la Iglesia Católica.
IU tensó la cuerda al llamar «fundamentalista» al Cabildo Catedralicio
Además, dos meses antes la Junta había decidido llevar al Constitucional la propiedad de la Mezquita-Catedral, o más concretamente su inscripción en el Registro de la Propiedad pasarán a examen del Tribunal Constitucional. Esta iniciativa no llegó a la postre a ningún sitio, porque los letrados de la Cámara autonómica la paralizaron al considerarla improcedente.
Conforme se acercaron los comicios autonómicos el tono de Izquierda Unida fue subiendo, de manera que el entonces consejero de Turismo, Rafael Rodríguez, llegó a llamar «fundamentalista» al Cabildo por la defensa de la gestión que realiza en la Catedral. Que IU ponía a la Mezquita-Catedral en el centro del debate político era más que una evidencia: los primeros carteles electorales anunciaban los actos públicos con los arcos de herradura como fondo a los retratos de los candidatos.