BALANCE MANDATO PSOE-IU
Elecciones Municipales Córdoba | La herencia de Ambrosio: más de 125 actuaciones sin terminar
La regidora y su socio dejan 106 millones en caja sin gastar y tiran del gesto ideológico
El mandato que empezó por las personas acaba sin los hechos . Isabel Ambrosio y sus socios de Izquierda Unida y Ganemos Córdoba han mostrado una enorme facilidad para vivir en la política de los gestos ideológicos, la misma que para no terminar ninguna obra o proyecto de empaque. Los números hablan por sí mismos: más de 125 actuaciones sin llevar a cabo en cuatro años. Planes, obras u operaciones sin empezar o terminar. Un rosario agotador que hereda la próxima Corporación. Un verdadero embudo.
Con la singular agravante de que esa facilidad la ha trasladado a la caja municipal , donde cual hormiga ha ido acumulando recursos sin gastar hasta rebasar, a finales de abril, los 100 millones de euros (106 millones), en pleno proceso recaudatorio del impuesto de mayor peso en las cuentas municipales: el IBI. «Los más ricos del cementerio» , como ha llegado a definir la situación un alto funcionario. Sólo ha dispuesto tres presupuestos. El de 2015 le vino dado por su antecesor, el PP. El presente ejercicio está aún sin cuentas en vigor, consumido casi la mitad. Y además de no ejecutar ha enlentecido los tiempos de la ciudad a extremos inéditos. Seis colegios profesionales (arquitectos, ingenieros, abogados...) y los empresarios frente a una Gerencia de Urbanismo convertida en el epítome de la inacción. Campeona del retraso en la concesión de licencias (entre 14 y 18 meses) y la desesperación de muchos colectivos de la ciudad.
Ambrosio ha buscado mil explicaciones para contrarrestar una sobresaliente ineficacia: las servidumbres del pacto, el gobierno de Rajoy, la mala gestión del alcalde que le precedió, su propio equipo de la bancada socialista, la Ley de Contratos Públicos , la falta de personal, la Intervención Municipal... Y ha manejado la autocrítica en do menor pese a las evidencias, con baja exposición mediática para evitar errores, audaz uso de su socio Pedro García en los grandes charcos, al igual que del truco de las comisiones para aletargar y no solucionar los problemas -más de veinte creadas. Y un impostado giro de moderación en los últimos meses tras su larga travesía por la radicalidad y el sectarismo.
Un primer gran bloque de esta bola de nieve lo conforman seis programas de actuaciones con diferentes administraciones (Unión Europea, Gobierno central y Junta de Andalucía) que suman más de 50 millones de euros. Decenas y decenas de actuaciones en barrios, colegios, dependencias o servicios municipales, mejora de equipamientos o monumentos... Más de 250 iniciativas de las que menos de un centenar se ha llevado a cabo (se salva el Plan de Eficiencia Energética , o cambiar el alumbrado).
Ha dispuesto de cuatro programas «Mi barrio es Córdoba» gracias al acuerdo con el Ejecutivo que sembró el PP. Sólo ha llevado a efecto 2016 y 2017 , puesto que de los 25 contratos de 2018 ha iniciado dos y el de 2019 ni está ni se le espera. Las prometidas obras de climatización de colegios tampoco se han puesto en marcha, y en ello arrastra 10 millones de euros en la despensa (9 millones de una agencia energética de la Junta de Andalucía). Ha sido incapaz, con la inestimable colaboración de García, de terminar el Plan de Grandes Ciudades Turísticas firmado en 2014 entre Nieto y la Consejería de Turismo. Lleva tres prórrogas y tiene tres emblemáticas obras en el dique seco : el Templo Romano, el convento Regina y la Torre de la Inquisición del Alcázar.
Mantiene 65 contratos de los llamados fondos Edusi (vía Bruselas) por valor de 13 millones de euros (el plan global con fondos mixtos son 18,5 millones) sin salir del papeleo en el mejor de los casos. Hablamos de mejora en polígonos industriales, peatonalizaciones, movilidad, carriles bici... Únanse las Inversiones Financieras Sostenibles , otra alforja millonaria vinculada al superávit municipal.
Otro gran bloque de incumplimientos lo compone un largo listado de proyectos convertidos en intangibles puesto que no pueden tocarse, ni pasearse o disfrutarse... Simplemente no están. El Distrito Sur , un fijo en el Instituto Nacional de Estadística para dibujar a los barrios más deprimidos de España , se ha quedado sin Pabellón de la Juventud, la recuperación del edificio de La Normal (Antigua Escuela de Magisterio) o la transformación del recinto de San Eulogio en una zona deportiva y comercial.
Dos de los grandes pulmones prometidos siguen en barbecho o en sus inicios. El parque de Levante , con el sistema de riego implementado y esperando una siembra de árboles, lejos de una urbanización completa y conclusión (más de 15 años lleva esperando esta zona de la ciudad este espacio). El Parque del Canal , pura entelequia tras el «affaire» con el Córdoba CF por la Ciudad Deportiva. El Patriarca sí tiene titularidad municipal y aguarda su turno en la «sala de espera».
Mirabueno , una de las urbanizaciones de expansión, sigue sin el tramo privado de la Ronda Norte , cuyas obras, tras la quiebra de los promotores del plan parcial y en manos de Urbanismo, no han comenzado. La urbanización del sector está en la Fiscalía por un presunto desfase irregular de la Gerencia valorado en 700.000 euros ; el desdoble de la avenida Trassierra, sin arrancar pese a que García se ha fotografiado varias veces en la zona prometiendo plazos; el hotel de la grada de Preferencia del estadio Arcángel , el mercado gourmet del Pósito, la licencia para la segunda fase del Palacio de Congresos, la culminación del solar del Cine Andalucía ; la urbanización del polígono de la Azucarera en Villarrubia; la reforma del recinto ferial del Arenal; la apertura de la Escuela de Hostelería o la segunda fase de la Ronda del Marrubial (sí concluida la primera, la margen de la muralla)... pueden llegar a provocar un problema respiratorio con su sola lectura de seguido. Circula el cercanías , pero descarrila en el flujo de usuarios a precio de «oro» que aguardan una rebaja prometida.
Las polémicas
PSOE e Izquierda Unida han sido fructíferos en dejar planes a medio camino o ni siquiera pasando de la tinta al cemento. Prometieron un plan de movilidad para el entorno del Hospital Reina Sofía , poner en marcha el Plan Especial de la Sierra, planes para impulsar el Distrito Sur o las Palmeras; el Plan de Recogida Neumática de Residuos en las nuevas zonas residenciales; el polo logístico de Córdoba para grandes distribuidoras; hacerse con la titularidad de Caballerizas Reales, la Farmacia Militar o promover una incubadora de empresas biotecnologócias en Rabanales 21 ... Y, simplemente, incrementaron la lista del papel mojado. Las llaves de las instalaciones promovidas por Felipe II siguen en Defensa y aún resta un año para que lleguen a Capitulares, aunque haya un acuerdo económico.
El parón se ha alojado en lo pequeño ( la cafetería del Centro de Recepción de Visitantes ) y lo grandilocuente y también ha habido tiempo para los castillos en el aire, como el reciente «ecobarrio» del Cordel de Écija o el llamado «Plan Romerillos» para construir un auditorio para la Orquesta en la zona del popular bar del Campo de la Verdad y llevar el Bellas Artes a la ínsula de Miraflores, la cuna del gran dislate del Palacio del Sur -hoy, un solar yermo con un aparcamiento en terrizo provisional-. Sin olvidar el recurrente asunto parcelista y los enganches: mucho vaivén político y poca realidad.
Sin hechos, sí ha habido palabras. Palabras amontonadas en polémicas estériles como la Mezquita-Catedra l, las inmatriculaciones de la Iglesia, la moratoria de superficies comerciales, el callejero de la memoria histórica , la tasa turística, el veto a los toros, el cerco a la cementera Cosmos; el tanatorio del Cementerio de San Rafael (parado por un juez); los veladores de la hostelería, la iluminación navideña o la del Centro comercial; los pisos turísticos y la masificación del Casco o el anticlericalismo que va desde el veto institucional al obispo hasta el culebrón de San Rafael... y reculó con la carrera oficial de la Semana Santa . Demasiada energía para tan corto resultado.
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