ATLETISMO
¿Dónde está el techo de la Media de Córdoba?
Así están los retos del maratón o el aumento de la participación para el futuro
La XXXIII edición de la Media Maratón de Córdoba ha agotado el cupo de participantes con casi tres meses de antelación. Los 8.300 dorsales para competir oficialmente en la carrera han quedado repartidos con casi 11 semanas de antelación sobre la prueba, que se celebrará el próximo domingo 26 de noviembre. Con semejante éxito de participación, ahora cabe plantearse ¿cómo puede crecer la Media de Córdoba en futuras ediciones? ¿Cuáles son los límites de la carrera? ¿Es posible una maratón en Córdoba? ¿Podría ampliar aún más el límite de participantes?
El entorno sueña con un salto de la media al maratón, pero es un paso drástico, muy complejo y muy caro. La organización de la Media, a cargo del Ayuntamiento de Córdoba a través del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco) , ya puso sobre la mesa esa posibilidad para la trigésima edición. Hubo incluso una consulta a través de las redes sociales para que los «runners» se pronunciasen. Definitivamente, la opción del maratón se descartó. Y eso que siempre que surge esa opción hablaríamos de dos pruebas: un maratón para un grupo selecto de corredores y mantener la media para el grueso de los atletas populares.
De hecho, el principal motivo de rechazo para dar el salto al maratón es que perdería el excelente tono popular que tiene la prueba. Correr 42 kilómetros no es lo mismo que 21, lógicamente. El esfuerzo de preparación es muy diferente. Eso implica que la mayoría de corredores no estarían dispuestos a correr el maratón en detrimento de la media.
Además, el calendario nacional ya está muy cargado de maratones, lo que complica encontrar encaje para otro en Córdoba. Sevilla y Málaga , por ejemplo, dificultan el salto a esa experiencia en Andalucía, sin contar las pruebas de Barcelona, Madrid, Valencia o Vitoria. También es fundamental el coste económico.
¿Y más participantes?
Con la vía del maratón cerrada a cortísimo plazo, la otra vía que le queda la Media de Córdoba para crecer es aumentar la cifra de posibles participantes. Ahora el tope ya está en un altísimo número de 8.300 corredores. Sin embargo, tampoco es fácil.
El sobre esfuerzo, no solo económico, de aumentar la participación implica un importante incremento en otros ámbitos imprescindibles para la prueba sin los que no podría celebrarse. Por ejemplo, la seguridad . La disponibilidad de policías no es ilimitada para controlar los cruces y pasos de una prueba en la que puede haber casi dos horas de diferencia entre el primer clasificado y el último en meta. También en materia de sanidad . A más inscritos, mayor el número de ambulancias y personal sanitario que debe estar a disposición de la carrera.
Hay otros motivos que no implican exclusivamente a los servicios públicos. Por ejemplo, la masa de más de ocho mil participantes conlleva un número determinado de botellines de agua, bebidas energéticas, refrescos, bocadillos y comida para la cena de la pasta y para después de la prueba, también más bolsas de corredores con clásica camiseta conmemorativa de la prueba, más voluntarios...
En definitiva, que el coste económico de contar con más alimentos y bebidas para más participantes se dispara sobre todo cuando los patrocinadores y mecenas son los que son para una carrera con un coste de más doscientos mil euros. Son los límites de la c arrera reina de Córdoba que, pese a todos esos techos , sigue rompiéndolos cada año con el trabajo fundamental del Imdeco .
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