VERSO SUELTO

Distopía de la peatonalización

Ahora Ronda de los Tejares. Peatonalizar es un fin en sí mismo que no tiene que explicarse

Vehículos a su paso por la avenida Ronda de los Tejares ROLDÁN SERRANO
Luis Miranda

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Peatonalizar y rascar , todo es empezar, dirán los refranes. Cuando un Ayuntamiento ha echado a los vehículos privados de una calle, ha contratado con alguna empresa que sabrá tenerlo en cuenta la obra para quitar las aceras y llenar todo de granito y bancos modernos y ha obligado a los coches y a los autobuses a dar más rodeos que la serpiente con que se jugaba en los viejos teléfonos Nokia , ya no puede dejar de hacerlo. Peatonalizar no tiene causas ni consecuencias, es un fin en sí mismo , tan obvio que no tiene que explicarse. Los perros ladran, los pájaros pían y l os Ayuntamientos peatonalizan .

Cuando ya había culminado el blindaje de casi todo el Centro al pernicioso tráfico que lleva a la gente de un lado para otro, y a lo peor hasta es para trabajar o ganar dinero en algo privado y no desde lo público, como dice la alcaldesa, el cogobierno de Córdoba apura su último año con la ocurrencia de peatonalizar la primera gran vía de extramuros. Tras varios globos sonda pinchados al minuto siguiente de salir a volar, ahora parecen decididos a hacer una obra para convertir una calle amplia por la que circulan miles de coches todos los días camino de algo productivo en otro espacio paseable , será por paseos, con acaso algún autobús y taxi que otro, por supuesto que monopolístico y forrado de anuncios. Una lástima que ya no tenga su nombre antiguo de avenida del Generalísimo , porque el Ayuntamiento se habría puesto en el top de la lucha contra el franquismo sólo 43 años después de muerto el dictador .

Igual que cuando se sale del dentista está el alivio de pensar que falta mucho para la siguiente visita , al terminar una peatonalización, como al final de un buen viaje, el Ayuntamiento está satisfecho y a a vez ansioso por lo siguiente. Cuando Ronda de los Tejares esté llena de terrazas , cordobeses echando la tarde y locales cerrados porque los avispados dueños habrán puesto el alquiler por las nubes de evolución, que son las más altas, habrá que pensar en cerrar por ejemplo la plaza de Colón , porque es intolerable que quienes alimentan a las palomas que luego llenarán la ciudad de gérmenes tengan que cruzar algún paso de cebra para llegar . Para ese entonces ya se habrá empezado con Ciudad Jardín , quizá algún tramo de las Ollerías , que no dejan de ser la c astiza feligresía (con perdón) de Santa Marina, Campo Madre de Dios casi hasta la Fuensanta y lo que ahora se llama Vallellano , para proteger la Mezquita .

Cuando se decida que por el Vial Norte tampoco podrán pasar coches casi toda Córdoba será un gran paseo. Las distancias importarán poco porque los ancianos, que serán mayoría entre el envejicimiento de la población y la marcha de quienes tienen que trabajar a ciudades donde no esté mal visto , podrán ir en cómodas sillas motorizada s y pasar los ratos al sol. Ya necesitarán menos, así que no les importará el paisaje de tiendas cerradas ni bares que ya serán menguantes, porque la pensión tampoco les dejará muchas alegrías . Los chavales que vayan a visitar a sus abuelos tendrán patinetes voladores como los de «Regreso al futuro» antes de que también los prohíban y al hacer una obra en l os pisos de Doctor Fleming se hará una cata arqueológica y habrá visitas guiadas y didácticas: «Aquí, e n una época oscura y subdesarrollada , vivían personas, que incluso trabajaban y se desplazaban en sus coches ».

Distopía de la peatonalización

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación