TRIBUNA DE OPINIÓN

Los motivos para cambiar el nombre de las calles reabren viejas heridas

La decisión de la comisión de Memoria Histórica pone en duda a los que trabajaron por la Constitución

La calle Cruz Conde, a la que se quiere cambiar de nombre VALERIO MERINO

JOSÉ LUIS VILCHES QUESADA

No entiendo ni alcanzo a comprender el odio y el rencor con que se mostraron algunos componentes de la Comisión de la Memoria Histórica , que no todos, en la pasada sesión de aprobación de conclusiones. Todo parecía discurrir con normalidad democrática, intenté traer a colación sobre el cambio de nombre de las calles, el espíritu de la Constitución del 78 , sobre el entendimiento, la concordia, la generosidad de aquellas gentes, cuando un destacado miembro de la mesa me espetó: «Si tenía dudas, después de escucharte no tengo ninguna». Se quedó el hombre tan fresco y se acabó el dialogo.

Me llamó la atención que los historiadores que habían hecho el trabajo de investigación tomaran parte en la votación. No dice mucho de la imparcialidad esperada ya que se han mostrado como parte interesada. He asistido a las sesiones de las exhumaciones para apoyarlas y restituir los sentimientos y el respeto, magníficamente expuestos por la asociación Dejadnos Llorar , por su portavoz, Antonio Deza . No prestamos mayor atención a las sesiones del cambio de nombre de las calles, entendimos que ya se había hecho por anteriores ayuntamientos. (Bien claro lo deja Rafael Ruiz en el periódico ABC de fecha 17/12/2017) gobernados por alcaldes comunistas o de IU si es que no es lo mismo.

«Los valores de la Constitución son válidos y estamos dispuestos a defenderlos frente a una minoría radical»

No nos engañemos, los actuales motivos esgrimidos para el cambio de nombre de las calles, no solo es abrir una herida que creíamos cicatrizada, sino también poner en duda el trabajo y el reconocimiento de tantos hombres y mujeres de bien que, desde distintas ideologías, con amplitud de miras y con enorme generosidad, trabajaron para darnos una Constitución e inaugurar una forma de vivir, basada en el entendimiento, la solidaridad, la justicia y la convivencia pacífica entre todos los españoles. Y todo eso sin mirar atrás y sin olvidar los horrores que entre hermanos se habían cometido por ambos bandos y que no estábamos dispuestos a repetir.

Somos muchos los que pensamos así y que esos valores de plena actualidad son válidos y estamos dispuestos a defenderlos frente a la minoría radical que, siendo la heredera de los mayores crímenes y criminales de la historia de la humanidad, quiere imponernos, recurriendo a sus viejas artimañas de la mentira, de la invención histórica, del odio, del desprecio a la democracia, y la añoranza de las dictaduras comunistas, todo para implantar su fracasado modelo de sociedad.

Así no, señora Doblas , comprendo que le resulte lo más fácil y que quiera seguir viviendo de la lucha contra Franco . Le recuerdo que murió hace 42 años, ¿no le parece tiempo suficiente?. Los problemas de los ciudadanos son otros, y que usted y yo, para justificar nuestro sueldo debemos intentar resolverlos. No, señora Doblas, así no.

«Así no, señora Doblas, comprendo que le resulte lo más fácil vivir de la lucha contra Franco»

Quisiera recordarle un hecho histórico: la historia del Papa Formoso I , donde la ambición y la venganza dieron lugar a la estupidez, a que sus enemigos lo desenterraran, lo vistieran con todas sus galas y condecoraciones, lo sentaran en un sillón. Hasta le pusieron un ventrílocuo , para que ejerciera la defensa, lo juzgaron públicamente y lo condenaron, retirándole todos las distinciones y honores conseguidos en vida. ¡Cuándo nos dejarán a los demás vivir en paz, recordar nuestros muertos y pensar que España es una nación envidiable y los españoles gente de bien, honrad, y trabajadora! Los españoles buscan su sustento con su trabajo, en el esfuerzo cotidiano y no como suelen hacer los políticos de medio pelo, con la memoria inventada, refugiados en confortables puestos de los aparatos políticos.

Me gustaría saber qué opinan los anteriores alcaldes y dirigentes de IU que, pudiendo ejecutar el cambio de nombre de las calles, no lo hicieron. ¿Cree usted que fue por cobardía o por desidia? No, muy al contrario, actuaron con responsabilidad, por sentirse representantes de toda la ciudadanía, por amor a Córdoba y a sus ciudadanos, por velar por el interés y el bien general de los ciudadanos y por tantos, y tantos valores que, señora Doblas, usted no aparenta tener.

Los motivos para cambiar el nombre de las calles reabren viejas heridas

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