Javier Tafur - El Estilita
La dignidad del polígono
Ante una corrupción ejemplar del libro de estilo socialista, las víctimas se han levantado
Todo el mundo en Andalucía tiene miedo al régimen . Pero llega un momento en que la sangre se nos sube a la cara y es entonces cuando la propia dignidad se sobrepone al miedo e incluso al hambre. A la gente le parece muy bien que le pague el PSOE, o cualquier otro, mas no le gusta que la engañe el PSOE , o cualquier otro. Y menos que la amenace y humille. Aunque los domésticos de Durán crean que el polígono es suyo, no lo es hasta el punto de que sus ciudadanos renuncien a la ciudadanía —que por precaria que sea, está garantizada por la democracia— para convertirse en siervos. Aunque Rosa Aguilar, Isabel Ambrosio, los Duranes y el mismísimo Pedro Sánchez lleguen al polígono a hacerse la foto electoral y amparen con ella los abusos que sus serviles vasallos les ofrecen risueños porque esperan sin duda ser recompensados, hay algo que se remueve en el fondo de toda injusticia, y es la personalidad de cada uno de los damnificados , seres humanos capaces, en última instancia, de decir basta ante el ratero merodeo de los hampones ideológicos. Hoy es uno que exige la transferencia bancaria para reflejar en los papeles su «donativo voluntario» frente al anónimo sobre de efectivo, mañana es otro que se niega a pagar por lo que sabe que es una estafa. Al cabo, la dignidad es más fuerte que el miedo y denuncia la inicua asechanza del socialismo clientelar.
He aquí una corrupción ejemplar del libro de estilo socialista : el dinero público, el barrio deprimido, el favor político, los entes intermediarios, las víctimas propiciatorias, la extorsión sensible — «como si fuerais a apadrinar a un niño» — y la extorsión grosera, si no funciona la anterior — «si no me gustáis, a la puta calle» —. Son palabras textuales, testimoniales y testiculares del secretario general de las Juventudes Socialistas cordobesas capitalinas, coordinador de la Fundación Guadalquivir Futuro y presidente de la asociación Jóvenes hacia el Futuro. Veremos si ocupa más cargos en el futuro. La criatura apunta maneras y no desmerece a la madre que lo parió, presidenta de la fundación mencionada. Con menos futuro acaso, pero con un presente, hasta el momento, pleno de rendimiento económico, si no político, Ángeles Muñoz estaba en la foto de la tortilla socialista contemporánea .
Ya no. Las víctimas se han levantado y han ido a los periódicos, a la Inspección de Trabajo e incluso a la Junta de Andalucía, que se ha visto en el compromiso inevitable de recibirlas...
Crespín , a pesar de la ola de calor, tenía la sonrisa helada. Un político sin sonrisa es un camaleón sin lengua. Crespín, con apellido de santo mártir que perdiera la cabeza, como todos, por su tozudez, veía apremiada ya la suya por no seguir inmediatamente la sensata conseja de abandonar a los secuaces descubiertos. Ha «agradecido», al menos, en urgente desagravio, las denuncias. No debiera ser suficiente para evitar su cese . «Seré implacable contra la corrupción». Susana Díaz dixit. Igualmente dicen ser implacables los Ciudadanos que la apoyan. Tienen la oportunidad de demostrarlo .