IU dice que «la Mezquita pertenece a un estado extranjero»

Trece de febrero. Antiguo colegio Rey Heredia , icono de la izquierda más ortodoxa desde su ocupación por colectivos en 2013. El primer teniente de alcalde y edil de Urbanismo y Turismo, Pedro García (IU) , concede allí una larga entrevista a la emisora de la Acampada Dignidad. Sabe que habla para un público que electoralmente se divide entre la coalición de izquierdas y Podemos. Y entonces sale el García más duro. Recurre a lugares comunes de la reivindicación de que el principal monumento de Córdoba debe ser público. En su relato, aporta otro elemento de contrariedad sobre la situación de la Mezquita-Catedral que hasta ahora sólo había esbozado: « Es una propiedad privada extranjera . Pertenece a un estado extranjero, el Vaticano ».

Desde ese momento, García se crece e involucra hasta al Santo Padre. «Habría que ver qué dice el Papa Francisco de esto ; este Papa que plantea cosas que no gustan a algunos católicos », retó. El locutor preguntó entonces: «¿Este tema [por la lucha por la titularidad de la Mezquita-Catedral] le ha llegado a él?». El primer teniente de alcalde se convierte en diplomático por un día y responde que «estamos intentando que llegue» al Pontífice.

Su cruzada exterior contra la Iglesia sigue. Amenaza al Cabildo con algo que sí puede hacer. Sostiene en la entrevista que, cuando «uno entra en la Mezquita-Catedral», hay « elementos ofensivos al arte y a la cultura». Sin precisar cuáles, advierte de que es una cuestión que «me preocupa» y señala que «lo pienso trasladar a diferentes estamentos y a la Unesco ».

García revela durante la entrevista que existe una especie de conspiración. Revela que hay una «estrategia» de algunos políticos que «ha tenido» la capital y de algunos «grandes personajes» de la Iglesia en la diócesis de Córdoba que «pretenden minimizar al máximo el paso de la cultura árabe por nuestra ciudad». El otro momento cumbre de la entrevista llega cuando García quiere ganarse a su público presentándose como el azote de las grandes empresas . Así, reitera la negativa del cogobierno PSOE-IU a facilitar la instalación de grandes superficies, porque «destruyen pequeños establecimientos que son los que están generando un empleo digno y de calidad». La demonización de las grandes superficies la culmina avisando que en el centro comercial El Arcángel hay un negocio de venta de ropa que «paga a sus trabajadores 150 ó 200 euros al mes y los tiene contratados una, dos y tres horas a la semana». «¿Eso es empleo de calidad?», se pregunta.