FERIA DE CÓRDOBA
Devotos, jinetes y amazonas al encuentro con la tradición
Una homilía en honor a la Virgen de la Salud antecede a la cabalgata de carrozas y enganches hacia el recinto ferial
![La comitiva con el estandarte en el cementerio de la Salud](https://s2.abcstatics.com/media/andalucia/2016/05/22/s/valerio-carruajes-cordoba--620x349.jpg)
La Feria de Nuestra Señora de la Salud es algo más que un evento de carácter lúdico que pone el broche final al mayo cordobés. Más allá de casetas, atracciones y sevillanas, la feria cordobesa hunde sus raíces en un acontecimiento histórico y religioso. Y, en el albor de la celebración, la Asociación Cultural Caballeros y Damas de la Virgen de la Salud se esfuerza en recordarlo con la tradicional homilía en su honor. Ayer, desde las 12.00 horas, en la explanada frente al Santuario que lleva su nombre, se recordó cómo en aquel mismo lugar, en 1665, dos labriegos del Alcázar Viejo descubrieron con estupor, dentro de un pozo, la imagen de la Virgen, que recibió la advocación de Nuestra Señora de la Salud. Desde entonces, la «traca final» de mayo lleva su nombre en Córdoba.
Unas 300 personas se reunieron ayer en la homilía, oficiada por el vicario episcopal de Córdoba, Jesús Poyato, quien excusó la ausencia del obispo, Demetrio Fernández, por encontrarse en la toma de posesión de su homólogo de Ciudad Real. Tras la misa, dedicó unos minutos a la reflexión sobre el evento, «días de encuentro, convivencia y amistad» de los que el estandarte de la Virgen, afirmó, « debe ser el signo en todo momento ». Como buena madre, continuó, Nuestra Señora de la Salud se preocupa por sus hijos, por lo que le encomendó la protección de los cordobeses durante esta larga semana festiva.
Cantes flamencos
Desde un altar engalanado para la ocasión con flores blancas , tuvo además un guiño hacia los que hoy son unos de los protagonistas principales de la Feria, los niños, en quienes, recordó, «el Señor nos presentó el modelo» a seguir, el espíritu del crío que «busca el Bien y la Verdad» por encima de todo. La misa estuvo además acompañada por los cantes flamencos de Pedro Estévez y los sones de guitarra de Paco del Horno y Rafael Marciniak y la presencia de hasta una docena de carrozas de caballos, que, entre tintineos de cascabel y una vez finalizado el acto, portaron el estandarte de la Virgen de la Salud hasta el recinto ferial en una cabalgata llena de color que recorrió la Ribera, para a continuación cruzar los puentes de Miraflores y El Arenal.
A su paso por la entrada a los jardines del Alcázar de los Reyes Cristianos se sumaron a la comitiva una treintena de carrozas y enganches adornadas con sus majores galas, que, tras protagonizar la tradicional exhibición del Club de Carruajes de Tradición de Córdoba en este enclave, pasearon hasta El Arenal entre «vivas» a la Virgen de la Salud . Con algo de retraso -su llegada estaba prevista para las 14.00 horas- el cortejo alcanzó la Feria, dando por inaugurado un evento que pugna por recuperar su tradición.