SOCIEDAD
La desigualdad y la exclusión, los enemigos a batir para Cáritas en Córdoba
La institución plantea combatir la pobreza económica sin dejar de esforzarse en la evangelización
Cáritas Diocesana celebró el sábado su asamblea trianual, en la que se puso en común el trabajo realizado por la institución humanitaria en los últimos años. Durante la jornada, que se celebró en el salón de actos del colegio La Salle, se analizó la aportación de Cáritas a una sociedad aquejada de graves desigualdades y en la que pervive una seria exclusión social , tal y como puso de manifiesto el último informe de la Fundación de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada ( Foessa ). Precisamente las conclusiones de ese informe orientarán la acción y líneas estratégicas de Cáritas, que pivotan sobre tres ejes: las personas, la institución y la sociedad.
Así lo expresaron tanto el secretario técnico de Foessa, Raúl Flores, como la secretaria general de Cáritas, Laly Ramírez, en un acto que estuvo presidido por el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández. El prelado dio las gracias a los trabajadores y voluntarios de Cáritas por su «trabajo incansable» que no por ser duro está exento de cariño y quiso también animarles a seguir adelante, «ya que hay mucha tarea». Monseñor Santiago Gómez , obispo auxiliar de Sevilla, también asistió a la asamblea para realizar la ponencia de reflexión titulada « El servicio de la caridad en la Iglesia », con la que aseguró que la Iglesia «es experta en humanidad, en buscar el bien de las personas» y que la realidad de la pobreza sigue siendo «un desafío».
Apuntó que la pobreza no es solo económica, sino que existe además una pobreza «cultural, social y espiritual », e hizo hincapié en que «hay urgencia para compartir el pan pero hay que rechazar la tentación de dejar la evangelización».
El director de Cáritas Diocesana , Salvador Ruiz, agradeció asimismo la labor que realizan los voluntarios y les recordó que «es tiempo de afrontar los retos con esperanza, sabiendo que la esperanza del pobre no se va a defraudar». La jornada, que comenzó con un rato de oración y adoración al Santísimo, finalizó con una comida fraterna entre todos los asistentes.
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