Historia

El derribo de la estatua del conquistador cordobés Sebastián de Belalcázar, entre la revancha y la condena

Las redes sociales recogen reacciones a favor y en contra de la retirada del monumento

La estatua derribada de Sebastián de Belalcázar en Popayán AP
Luis Miranda

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Mientras en España se habla con intensidad de memoria histórica, también uno de los países hispanoamericanos, Colombia, ajusta cuentas con su pasado, y al parecer con el mismo poco consenso que en la madre patria. Un grupo de indígenas derribó este miércoles la estatua de Sebastián de Belalcázar en Popayán , una de las ciudades que fundó en la actual Colombia, y el impacto ha sido inmediato.

Abundan las reacciones en contra , pero sobre todo a favor, ya que son muchos quienes se muestran a favor de acabar con el monumento e insisten en calificar de «genocida» al conquistador nacido en Belalcázar y fallecido en 1551. La forma en que lo hacen parece hacer ver a un movimiento organizado.

Las acusaciones y los muchos vídeos que se han hecho del acontecimiento no han dejado de aparecer. «Que caigan todas», dice uno de los mensajes, que habla de que no se pueden consentir este tipo de monumentos, y otros muchos hablan de excavar para buscar la pirámide que está debajo de la estatua.

Frente a las reacciones de quienes hablan de restituir la estatua, entre ellas la del alcalde de Popayán, Juan Carlos López Castriyón , hablan de «pueblo indígena» y de una especie de ajuste de cuentas con el pasado. El regidor, mientras tanto, sí habla del carácter mestizo de los colombianos. El Gobierno de la nación ha condenado los hechos.

El expresidente de Colombia Álvaro U ribe (2002-2010) también ha mostrado sus críticas al suceso en su cuenta de Twitter donde se ha mostrado confiado en que se volverá a reponer la estatua y ha denunciado las heridas a una agente de la Policía.

En el debate han terciado también quienes deploran la violencia con la que se ha actuado y deploran que se hayan tomado la justicia por su mano. «¿Por qué no lo hacen pacíficamente , por qué todo tiene que ser con violencia ?». En nada hay acuerdo, porque los partidarios de lo que ha sucedido hablan de «movilización pacífica».

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