Polémica
Denuncian un desalojo en el convento de las Clarisas de Santa Marina
Stop Desahucios arremete contra las monjas, que aseguran que la familia, trece años acogida, ha rechazado todas las ayudas
La plataforma Stop Desahucios ha denunciado el desalojo de un matrimonio, Luz Elena González y Juan Rafael Mazo (y sus dos hijos), familiares directos de la anterior abadesa de la comunidad de las Clarisas en Santa Marina realizado en situación precaria.
Las monjas aseveran todo lo contrario: que la familia lleva trece años viviendo en el convento como huéspedes , que no han pagado nunca por su estancia y que se le han ofrecido todo tipo de ayudas que han rechazado. La familia se encuentra empadronada oficialmente en el edificio religiosa.
Las Clarisas anunciaron en fechas recientes que el convento de Santa Isabel de los Ángeles, conocido popularmente como San Pancracio , que abandonaban el edificio como consecuencia de la imposibilidad de mantener las instalaciones.
El edificio se encuentra en estos momentos en proceso de venta, según ha confirmado el propio Obispado, una medida que cuenta con el beneplácito de la Santa Sede.
A partir de estos hechos, la comunidad pidió a estas dos personas que dejaran el edificio. Stop Desahucios ha asegurado que la familia no quiere dinero sino una solución habitacional. La fecha de la orden de desalojo tiene de plazo hasta el uno de agosto y se le ha ofrecido 2.400 euros.
La orden de clausura emitió un comunicado donde niega rotundamente que se estén aprovechando de nadie. Al contrario, aseguran que estas dos personas llegaron al convento en una situación muy precaria donde fueron acogidos «como invitados» .
«En los trece años que llevan viviendo en el Convento lo han hecho como huéspedes, nunca ha existido cobro ni pago de alquiler alguno, ni agua, ni luz; trece años viviendo sim contraprestación alguna, sino todo lo contrario, cuantos trabajos han realizado en el Monasterio bien de limpieza o ayudando a las hermanas ancianas, han sido retribuidos económicamente de una manera generosa», asegura el comunicado de la abadesa. Stop Desahucios denunció que a la familia se le ha llegado a cortar la luz .
Stop Desahucios denunció que la orden religiosa nunca ha dado de alta a la familia a la que pide que deje las instalaciones y acusa a la Iglesia de tener un ánimo de lucro. « No han recibido ninguna retribución , ni ha estado dados de alta, lo que le hubiera permitido tener derecho al desempleo, cosa que les han negado», explica la plataforma. «Ya que las clarisas quieren vender el convento podrán disponer de parte del dinero para resolver el problema habitacional de la familia», asegura la organización.
La tesis de la abadesa, Sor María Rosario Sánchez Muñoz , es distinta: «A día de hoy se les sigue ofreciendo trabajo y ayuda en el alquiler de un piso, por lo que sólo puede justificarse su empecinamiento de no aceptar ninguna de las soluciones ofrecidas, al abandonar las dependencias del convento, en un deseo de aprovecharse de los derechos sociales de un país democrático que les ha acogido con los brazos abiertos».