ENTREVISTA
«El delito llega al Juzgado de Violencia de Córdoba a las horas de cometerse»
Fátima Ortiz, la titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer: «Que un hecho no se pueda demostrar no significa que sea falso»
![La magistrada le hace una indicación a una funcionaria en la Ciudad de la Justicia](https://s1.abcstatics.com/media/andalucia/2017/11/23/s/violencia-genero-cordoba-kGwG--1240x698@abc.jpg)
Pese a las políticas sociales y la Ley de Violencia de Género, la magistrada titular del Juzgado de Violencia de Género desde 2009, Fátima Ortiz, admite que ha notado un ligero aumento de los procedimientos penales que entran cada año. Eso sí, presume que en Córdoba, tanto en el ámbito policial como judicial se da una respuesta rápida a las diferentes denuncias que se presentan. A título de ejemplo, la jueza Ortiz afirma que «un hecho que pase de madrugada en Córdoba, lo habitual es que en horas, esa misma mañana, haya sido puesto ya en conocimiento de este juzgado con la presentación del correspondiente atestado».
-VALERIO MERINO
Ortiz exige la creación de un segundo juzgado de Violencia de Género en Córdoba. Ella cree firmemente en la especialización de los Juzgados y el que se tenga en cuenta el asunto del que se trata. «No se puede medir un juzgado por el número de asuntos sino por la materia que trata, y en nuestro caso es muy delicada, requiere de un tiempo», matiza esta magistrada. La titular desde 2009 de este juzgado, atendiendo a este razonamiento, cree necesaria la creación de un nuevo Juzgado de Violencia sobre la Mujer para Córdoba porque aunque se trata de un juzgado que no tiene pendencia (asuntos pendientes de resolver a final de año), lleva celebrados en lo que va de año 456 juicios rápidos. Eso sin contar los juicios por asuntos civiles en los que han intervenido violencia de género como separaciones, divorcios o asuntos de familia. «Es un juzgado que va al día, pero se necesita tiempo para cada caso», defiende.
En estos plazos, la magistrada por la que pasan todos los casos de violencia de la capital apunta que un número importantísimo, es decir, más de la mitad de las causas se resuelve en un tiempo aproximado de dos semanas a través de un juicio rápido.
El grado de peligro
La jueza instructora que es la primera que toma declaración a las presuntas víctima y maltratador, asegura que la diferencia estriba en que una persona a la que le han robado el bolso de un tirón declara con frialdad contra el ladrón con quien no tiene ningún vínculo emocional, pero «no es igual que declarar en contra de tu marido, o tu pareja con el que tienes o has tenido una relación de afectividad o es el padre de tus hijos». La receta de Ortiz pasa por «escuchar y dejar que fluya la conversación, que cada uno cuente los hechos, con sus detalles; hay que saber escuchar y a partir de ahí decidir si se archiva o no». En este punto, esta magistrada es la encargada de determinar el grado de peligro en el que está la víctima y dictar, en su caso, una orden de protección que puede ser desde una prohibición de comunicación o distancia de la víctima a una pulsera telemática si el riesgo es mayor. «Es un trabajo de saber calibrar el riesgo», explica.
Sobre las denuncias falsas o del intento de intentar sacar tajada de la Ley para otros fines, a la magistrada no le constan. «En algunos casos, que un hecho no quede probado no significa que no se haya producido», dice con contundencia.